Milagro de Vino Nuevo
Hacer el casting de Vendimia con los nervios que eso implica, esperar con mucha ansiedad que publiquen la lista de los elegidos y ser aceptado para formar parte de la gran fiesta de los mendocinos y las mendocinas es un sueño hecho realidad.
Para cualquier mendocino que se precie de serlo, que te llamen los directores de una fiesta tan grande e importante como el Acto Central es muy emocionante y mucho más si no lo esperas . De alguna forma sentís que se te llena el alma de una electricidad única, de una enorme alegría que se mezcla con emoción y por supuesto de un profundo sentido de responsabilidad. 
Sin dudas que como mendocino que ha vivido desde la más tierna infancia esta magia es un honor poder ser parte de ella. Estar en el Acto Central es ser parte de la tradición, pero estar desde adentro es poder transitar el teatro griego, que es parte de nuestro ADN, como si fuera nuestra casa. Ubicarte en un camarín con tu sándwich o un mientras te maquillan, charlar con tus pares, vestirte de gala y salir al escenario a jugar Vendimia es emocionalmente muy fuerte.
Yo siempre fui espectador desde las gradas o vi la fiesta en televisión con la familia, con pizza y lápiz en mano para sumar los votos... Y ahora como en un cuento de hadas tengo la posibilidad de ser parte de los ensayos, de tener contacto con la gente talentosa que le da vida a cada cuadro, de bailarines clásicos que se transforman en aves autóctonas, contemporáneos danzarines que nos muestran el progreso de la industria vitivinícola con sus cuerpos y bailarines folclóricos que te hacen lagrimear con su pasión por los ritmos tradicionales. 
Además, como no gozar de ver a tantos y tan buenos actores y actrices creando fantásticas expresiones sin parar, técnicos y vestuaristas, músicos escenógrafos y utileros y tantas, tantas personas de las cuales uno aprende tanto. Artistas que lo dan todo para que nuestra fiesta sea una joya que se proyecta al mundo. 
Mendoza, mi tierra, la del buen sol y del buen vino, la provincia de la Fiesta Nacional de la Vendimia; ser parte de todo ese maravilloso universo es realmente un honor. En este momento, aquel niño que fui y que creció disfrutando la vía blanca, el carrusel, la fiesta y la elección de la reina celebra con mucha gratitud esta gran oportunidad de homenajear desde el escenario del teatro griego.
Por esos motivos, a todas las familias que, a destajo, día a día con calor, con frío trabajan la vid ¡¡¡Gracias!!!
Salud ¡Feliz Vendimia!
