Danza
La publicación de los "Cuadernos" de Váslav Nijinsky recupera el pensamiento y lenguaje poético del destacado bailarín ruso-polaco, convertido en ícono queer. Nijinsky, un genio atormentado por la esquizofrenia, revolucionó la historia de la danza clásica en tan solo 10 años de carrera. Su último e inolvidable número en el Río de la Plata marcó el retiro en silencio de su expertise durante los siguientes 33 años, hasta su fallecimiento, periodo en el cual alternó entre instituciones psiquiátricas.
El libro de Rara Avis presenta a un Nijinsky despojado del atuendo de la danza, revelando la escritura poética de sus oraciones simples y su sintaxis repetitiva, que reflejan la psiquis del bailarín. Nijinsky, que vivió entre Buenos Aires y Montevideo el capítulo final de su carrera, sigue inspirando a grandes artistas. 
El texto introductorio del traductor Fulvio Franchi y el epílogo de Marie Bardet contextualizan estos "Cuadernos" con nuevas interpretaciones. Con saltos de tres metros de altura y un estilo sensual, Nijinsky causó un impacto perdurable en la escena artística, aunque sus dificultades de socialización y comunicación contribuyeron a su declive.
La leyenda sugiere que solo con su mentor y amante, el zar de los ballets Serguéi Diaghilev, Nijinsky podía tener intercambios sociales. Descubierto por Diaghilev en el Ballet Imperial de San Petersburgo, Nijinsky dejó un legado que el coreógrafo Mijail Baryshnikov exploró en "Letter to a man" de Robert Wilson. 
El libro, a menudo traducido como 'Diarios', presenta una escritura que oscila entre lo confesional y lo místico, manteniendo un ritmo poético cautivador. Los cuadernos, traducidos directamente del ruso, incluyen reflexiones sobre los vínculos entre escritura, danza, razón y movimiento, así como imágenes fundamentales de la vida y obra de Nijinsky.
En sus escritos, Nijinsky expresa su deseo de escribir sobre las costumbres que matan el sentimiento, llamando a su libro "Sentimiento". Su anhelo de publicarlo mientras está vivo y su predicción de ser encerrado en un manicomio añaden una capa de intensidad a sus palabras. 
