Alimentación consciente
Soledad Barruti es periodista y escritora, especializada en periodismo alimentario. Desde sus redes sociales comparte información y reflexiones sobre los alimentos y la industria alimentaria, intentando mostrar que lo que comemos generalmente no son alimentos. Escribió, además, dos libros “Malcomidos” y “Malaleche” y brinda distintas charlas alrededor del país sobre esta temática.
“Mi militancia con la alimentación tiene que ver con una búsqueda de descubrir cuáles son los problemas que encierra que la industria alimentaria haya tomado el poder de lo que luego termina en nuestros eventos comestibles. Hoy la industria alimentaria es el principal problema que tiene la naturaleza y el principal problema que tenemos para pensar que vamos a tener un futuro posible en este planeta”, expresó.
Soledad busca que las personas reciban una información adecuada para que luego decidan qué ingerir, de una manera masiva, clara y fácil de aprender. Esto, porque los argentinos no nos alimentamos bien, sino que respondemos, para Soledad, a las necesidades de las marcas que instalan como alimento.
“Comer bien es tener consciencia de los ingredientes, conocer que no hayan sido completamente manipulados, según los requerimientos de la salud. No es seguir una dieta, sino consumir nutrientes adecuados”, explicó. Y agregó: “Comemos horrible en la medida que comemos sin saber y porque estamos comiendo lo que podemos en un sistema que está destinado a no proveernos de comida, sino de cosas que se vendan fácil. Si supiéramos lo que comemos, no lo comeríamos”.
Para comenzar a alimentarnos bien, debemos hacer una deconstrucción de lo que está normalizado y naturalizado como comida. En esto se incluyen los ultraprocesados, la producción alimentaria, los agrotóxicos, la tala de árboles y todo aquello que, al fin y al cabo, no somos conscientes que es dañino y termina afectando a la tierra y a nuestros cuerpos.
Para lograr esta deconstrucción el Estado debe garantizar el acceso a la comida, que la mayor cantidad de gente posible pueda permitirse comida fresca, libre de agrotóxicos y que no sea solo un grupo de personas privilegiadas los que pueden consumirla.
“El Estado no hace nada desde hace muchísimos años para que eso ocurra. De hecho, la última muestra es que tenemos una ley de etiquetado frontal esperando que sea reglamentada porque genera mucha información, muy clara y muy rápida, y las marcas no desean que nos informemos. Hay un lobby atroz esperando que eso no salga”, manifestó.
En su militancia por una alimentación y producción más consciente y equitativa, Barruti conoció a Darío Sztajnszrajber con quien desde hace varios años realiza encuentros para intentar movilizar a las personas sobre qué consumen y la manera en que lo hacen. Este próximo sábado 19 estarán visitando nuestra provincia con “Filosofía para el fin del mundo”. Será en el Auditorio Ángel Bustelo a las 21 horas, las entradas están en venta en www.entradaweb.com.ar.
En esta presentación tratarán tres tópicos: el colapso, el deseo y lo animal. Allí buscarán que el público se cuestione y darán herramientas e información para pensar de otra manera al fin del mundo y lograr una transformación que es urgente. Lo harán a través de relatos, cuentos, exposiciones y una charla compartida.
“El fin del mundo es una realidad, no va a haber futuro en diez años si no cambiamos la forma en que estamos viviendo y relacionándonos. No hay una tarea de época más importante que pensarnos en esto que está pasando y animarnos a repensarnos, a esta deconstrucción que en este caso estamos proponiendo hacer”, finalizó.
Foto de portada: Alejandro Guyot
