Moda Vendimial
La moda vendimial representa un fascinante relato que encapsula la identidad y tradición mendocina a través de sus vestuarios. Cada estilo narra una historia profunda, fusionando la rica herencia cultural de Mendoza con la celebración vibrante de la fiesta máxima. Los vestuarios utilizados en La Fiesta Nacional de la Vendimia han evolucionado para reflejar la rica cultura vitivinícola de la provincia.
En la celebración se representan los trabajos de cultivo y cosecha de vid, el respeto y cuidado de la naturaleza, el sacrificio de quienes cosechan ante las inclemencias meteorológicas y el proceso con que se produce el vino. Teniendo en cuenta esto, los vestuarios son partícipes esenciales en la forma de concretar el mensaje que los distintos directores quieren lograr en sus historias vendimiales. 
Los inicios de la Fiesta de la Vendimia se remontan a la década de 1930 como una celebración local y ha crecido para convertirse en un evento internacionalmente reconocido. En sus primeras ediciones, los vestuarios eran simples y reflejaban la vestimenta rural de la época, con influencias de la vida agrícola y la cosecha. 
Con el tiempo, los vestuarios empezaron a incluir elementos folklóricos que representaban la rica diversidad cultural de Argentina. Se añadieron colores y diseños inspirados en la naturaleza, como los tonos de las uvas y los viñedos. A medida que la fiesta se consolidaba como un emblemático evento, los vestuarios comenzaron a expresar la identidad regional de Mendoza de manera más pronunciada. Se introdujeron detalles artesanales y motivos tradicionales de la región en los trajes, como bordados, encajes y tejidos característicos.
A lo largo de los años, la creatividad ha sido una constante en el diseño de los vestuarios. Diseñadores locales han aportado innovación y han buscado formas de destacar la importancia cultural y económica de la industria vitivinícola en Mendoza. 
Últimamente se ha dado una tendencia hacia la fusión de elementos tradicionales con toques contemporáneos, buscando mantener la conexión con la historia mientras se abraza la creatividad y la expresión artística moderna. Los vestuarios siguen evolucionando, incorporando elementos modernos sin perder la conexión con las raíces tradicionales. Se seleccionan telas, colores y patrones que encapsulan la esencia misma de la identidad mendocina. 
El espacio para la creación y el desarrollo del vestuario de la Fiesta Nacional de la Vendimia siempre es un taller de telas, colores, hilos y agujas, donde las habilidosas costureras dan vida a los atuendos de los artistas. El lugar se organiza en diferentes secciones, incluyendo áreas de corte, máquinas que trabajan con diversas telas, así como personal encargado del planchado, lavado y vestuario, quienes ensamblan las prendas paso a paso.
Para cada diseñador de vestuario, esta emocionante travesía comienza con un bosquejo que cobra forma a lo largo del proceso de confección en el taller. Además, el equipo se complementa con especialistas en vestuario, responsables de diseñar las indumentarias de los personajes. 
En cada edición, se incorporan vestuarios patrimoniales, es decir, piezas utilizadas en festividades anteriores que se adaptan a la temática actual. Para la preservación de los diseños artísticos vendimiales, en septiembre se inauguró La Casa del Vestuario de Vendimia. Allí, academias, municipios y otras instituciones podrán alquilar prendas folclóricas y de bailes tradicionales. El establecimiento a cargo del Ministerio de Cultura y Turismo, tiene locación en Mitre 1260 de Ciudad. 
En resumen, la historia de los vestuarios de la Fiesta de la Vendimia en Mendoza refleja la evolución de esta celebración a lo largo de las décadas, desde sus inicios locales hasta convertirse en un evento nacional de gran relevancia, donde la vestimenta desempeña un papel fundamental en la expresión de la identidad y la tradición mendocina.
En la parte dos, seguiremos adentrándonos en la moda vendimial, conociendo de cerca la mirada de sus protagonistas.
