Entrevista
Valeria Babini es bailarina profesional e instructora de yoga, descubrió esta práctica milenaria en la vecina provincia de San Luis, en la que el movimiento ha crecido exponencialmente. Comenzó a cursar el instructorado de yoga para huir de una agobiante rutina cotidiana y cuando empezó transitar las clases, un mundo nuevo se abrió frente a sus ojos, supo en ese tiempo, que estaba viviendo un momento bisagra en su vida. Como se dedicaba a la danza desde hacía años, la práctica del yoga, físicamente, le resulto sencilla y encantadora; sobre todo de Yoga Iyengar (El yoga iyengar es el método de yoga que practican aquellos que siguen la enseñanza del maestro B.K.S. Iyengar, quien, junto con sus hijos Geeta S. Iyengar y Prashant S. Iyengar, dirigió el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute en Pune). 
¿Podemos decir que este viaje comienza en San Luis?
Sí, claramente. Además del instructorado que tomé y que me cambió la mirada, participé durante mucho tiempo en diversas clases, con muchas personas profesionales, y también aprendí meditación ayurvédica a partir de cursos y talleres que ofrecía el consulado de la India. Y yo soy muy disciplinada en ese sentido, me gusta estudiar y realmente lo hago… aprendí la técnica de la meditación ayurvédica y desde ese día que conocí el secreto “del mantra”, medito dos veces al día 20 minutos. Yo vengo de la danza y siempre digo que la gente que baila debiera si o si practicar yoga.
Y de regreso a Mendoza… ¿qué sucedió?
Al regresar a Mendoza me involucré en la movida del yoga local y fui consiguiendo reemplazos en algunas clases en distintos institutos, me iba muy bien y me sentía muy bien. Sabía mucho de la parte práctica y me llevaba muy bien con ella, pero poco aún del aspecto filosófico de la disciplina. Conocí en ese momento a una maestra, Andrea del Pópolo, con la que hice una especialización en yoga Vinyāsa (El Ashtanga Vinyasa Yoga es un estilo dinámico en el que la respiración, que es una técnica de pranayama, y la postura (asana) están sincronizadas) pero mi idea y mis clases eran netamente físicas, hasta que encontré en la puntilla una escuela de yoga tradicional ortodoxa, dirigida por Li Llano. 3 años de estudio, ahí aprendí la filosofía de base, ahí descubrí la magia verdadera del yoga, ahí entendí que no era sólo físico, sino que también era psíquico. En ese punto descubrí la raíz de todo, de dónde venía el yoga, para qué es el yoga y… “qué es” el yoga más allá de lo físico. 
¿Y qué es el yoga?
Patañjali, el gran maestro del yoga, tiene un texto llamado los Yoga Sutras, que es como si fueran una especie de aforismos… y ahí él dice… “El yoga es la cesación de las fluctuaciones de la mente”. Empecé a aprender el por qué de cada postura física, a estar en presencia absoluta, descubrí el gran siguiente eslabón que es: la respiración… yo creo que la respiración es la magia del yoga… mediante la respiración establecemos un puente entre el cuerpo y la mente, el movimiento físico junto con la respiración consciente cesan verdaderamente las fluctuaciones de la mente.
Cuando noté que mis pensamientos bajaban su intensidad me di cuenta que se encontraba todo. El yoga tiene 8 escalones dice Patañjali para llegar a la iluminación: lo primero son los Yama y Niyama, sería como decirte, las cosas morales y éticas. Gracias al Tantra el Hatha Yoga empieza a ver al cuerpo como un templo y cuando el cuerpo se ve como un templo precisa de ciertos cuidados, de todo tipo, hay que alimentarlo bien, acariciarlo, cuidarlo, limpiarlo externa e internamente y todo lo que tiene que ver con una cuestión ética en la vida. No querer tenerlo todo económicamente, sino lo necesario para tener una vida cómoda y confortable, para seguir avanzando, todo este equilibrio es lo primero que él nombra. 
¿Y respecto del movimiento corporal?
Bueno a partir de ahí, aparece la práctica de: Asana (es el nombre en sánscrito de las posturas), luego los Pranayama que son los ejercicios para el control respiratorio, y luego se ocupa de la parte superior, Pratyahara algo así como la retracción de los sentidos. Los sentidos físicos son muy difíciles de llevar a una retracción, pero los sentidos sutiles, si cantas una canción internamente estás usando un sentido sutil, eso sí puede apagarse, esos son los que se logran retraer completamente para dar el siguiente paso: Dharana: la concentración. Intento permanecer en un silencio, puede ser con un mantra, una visualización, pero la mente aun va y viene. Ya estás más cerca de llegar a “la meditación”. Nosotros le decimos meditación a todo y es mentira no estamos meditando, nunca. Acá decimos vamos a hacer la meditación de tal cosa, está mal usado el término, sería una especie de Dharana una concentración, un visualización, son estados anteriores que podemos encontrar camino de una meditación, pero eso no es meditar. 
¿Cómo definimos “meditar”?
La meditación claramente es el vacío, es entrar…. Patañjali le llama “la pausa”, la pausa respiratoria, y sobre todo es una pausa (respira profundo) en el instante que tenemos los pulmones vacíos, porque no tenes nada, es un estado en el que la energía vital queda como suspendida… ahí entrás en un estado meditativo porque ya no hay tiempo, no hay espacio, es un estado de completa quietud. Los maestros dicen que una vez que llegas al estado meditativo, llegar a la iluminación ya no depende de vos sino de algo a lo que ellos llaman la Gracia Divina, yo le llamo la limpieza absoluta de tu estado karmico. Nosotros como sociedad estamos experimentando pequeños despertares, cada vez más respecto de estos temas.
¿Lograste abrir tu propio espacio?
Si, tengo un espacio propio que se llama Espacio Silvestre y queda en la calle Italia 765 de Godoy Cruz. Hay muchas actividades para expandir conciencia, va mucha gente a eso y también una técnica nueva de gimnasia que se llama “animal flow” que mezcla técnicas de yoga, una práctica súper intensa físicamente y también se da movimiento consciente que son ejercicios anteriores al yoga, que sirven para reconocer el cuerpo. También damos masajes y reflexología, nuestro espacio es amplio, cómodo, grande y en Mendoza está habiendo mucha receptividad del tema, hay mucho movimiento. 
¿Por qué crees que está sucediendo eso?
Hay una necesidad latente de creer en algo más que lo material, que en occidente no lo tenemos incorporado por una cuestión cultural, y ahora nos estamos aferrando a estas técnicas espirituales para encontrar un norte, creo que sin espiritualidad no hay norte, del mismo modo creo que en oriente se están relacionando más con lo material. Entiendo que en este punto la globalización es positiva porque se ha hecho un intercambio que tiende al equilibrio, en India por ejemplo que había y hay mucha pobreza, hay una tendencia al desarrollo material creo que ese intercambio cultural está sucediendo.
¿Qué beneficios trae consigo ese acercamiento a lo espiritual?
Siento que hay un solo propósito claro, que escapa de lo material y es que necesitamos ese crecimiento espiritual y esa expansión en conciencia, que significa incorporar saberes nuevos y tiempo para lidiar con la vida que nos propone el mundo. Si nos aferramos a temas como la inflación y a los problemas mundanos, la depresión va a llegar, si pasamos todo el tiempo del pasado al futuro, no estamos nunca presentes, no va por ahí. En cambio, si logramos que la mayoría de la población tenga un pensamiento más positivo, la realidad cambiaría sin lugar a dudas. 
Además cuenta como actividad física
Totalmente. Además, la actividad física siempre es recomendable, toda, pero el yoga suma también el aspecto espiritual. Hacer yoga logra cambios visibles, físicos e interiores. Cuando empecé eran practicas muy intensas físicamente, noté que el cuerpo reaccionaba mucho mejor cuando la práctica era lenta y sostenida porque por ejemplo para que los órganos internos tengan un cambio hay que sostener. El yoga se ocupa de la respiración, del movimiento y de quizás lo más importante, calmar el sistema nervioso, que es penetrado por el movimiento y la respiración. En el yoga cada postura está pensada para beneficiar diferentes partes del cuerpo, de todos los sistemas y energéticamente también.
¿Qué les decís a quienes aún no se animaron?
Que prueben una clase y el yoga te atrapa, el yoga verdadero incluye la respiración y el autoconocimiento como ejes. Que se animen, que sigan creyendo en la magia. 
Fotografías: Lisandro Borra
