ANÁLISIS
(Enviado Especial)
Tenía que llegar una derrota así. Los equipos no funcionan como una computadora y los jugadores no son componentes de una máquina infalible. Se equivocan. Son humanos y aunque sean los campeones mundiales, que estén el mejor arquero del mundo, el mejor jugador del planeta, se puede perder. La defensa que no había tenido goles en contra en 8 partidos previos durante este 2023, esta vez sufrió dos.
La Selección Argentina de fútbol que marchaba invicta en las Eliminatorias Sudamericanas cayó justamente 2 a 0 frente a Uruguay dirigido por Marcelo Bielsa. Y resultó así porque tuvo uno de los peores desempeños de los últimos años.
El primer gol ocurrió cuando Nahuel Molina disputó un balón con Matías Viña y en lugar de un rechazo o sacarla al lateral, fue anticipado por el uruguayo que sacó un centro bajo para el gol de Ronald Araujo. En el segundo tanto le frustraron una gambeta a Messi y salió el contragolpe disparado para el veloz delantero del Liverpool inglés Darwin Núñez, que dejó atrás a Otamendi y venció al Dibu Martínez. Por algo Bielsa lo pone de titular y deja afuera a Suárez o Cavani.
Entre esos goles se movió un equipo argentino sin el control habitual del balón en forma segura y rápida, sin explosión en los jugadores del medio para pasar al ataque y pérdidas que no estamos acostumbrados a ver. Fue por anticipación y combatividad de los rivales que forzaron a los errores. Además, no se entendió la función de Julián Álvarez, que tuvo escasa acción en ofensiva, en donde Nicolás González pasó totalmente inadvertido.
Sólo Messi intentaba jugar en forma lineal hacia adelante, pero el intrincado camino de piernas uruguayas frustró la mayoría de las acciones. Todo el equipo se contagió en la inseguridad y no pudo llegar a remates al arco entreteniendo demasiado la pelota, sin llegar a espacios cómodos de disparos. El ingreso de Di María alteró a la defensa de Uruguay con algunos remates y quedaron los tiros libres de Messi como una alternativa de gol. Que no llegó. No siempre el balón va dirigido al espacio entre los tres caños.
Las Eliminatorias seguirán su curso con la próxima estación en el Maracaná frente a un Brasil que perdió su invicto y hace dos que no gana. Argentina, que continúa en la cima de las posiciones, deberá recuperar su imagen triunfadora y poner fidelidad a las estrofas de “Muchachos”.
