La previa del partido entre Argentina-México fue una fiesta en la zona de Luzail, en Doha. Desde el metro que trasportaba a los simpatizantes se podía entrar en clima del partido Argentina y México. Y llegando a la estación a escasos 300 metros del estadio enorme que se veía enfrente, se comenzaba a notar el calor popular.
La hinchada argentina se hacía escuchar en forma más compacta y se armaban grupos en los playones de acceso con la actuación de músicos que a ritmo de cumbia le daban una forma bien argentina a espera del partido.
Entre cordobeses, misioneros, bonaerenses aparecían mendocinos como la familia Melchor, hinchas de Gimnasia y Esgrima; con Jorge, el padre, y sus hijos Alvaro y Octavio. Y justo al lado uno de sus amigos (Gianni Scuderi) estaba con la camiseta de Independiente Rivadavia. Y posaron para la foto Alvaro y Gianni, unidos en Qatar y amigos de toda la vida.
Vimos a una familia de India completa de celeste y blanco como a cientos de simpatizantes de ese enorme país y también de Bangladesh en donde se sienten argentinos en el fútbol. Unos muchachos de Palestina se divertían escuchando los cantos de los hinchas. O miraban y grababan videos de las mujeres que bailaban un tema de Gilda y los contagiantes ritmos de Marcela Morelo.
Gente de La Plata, de Misiones, de Concordia (con sus boinas de hombres de campo), todo un combo de tonadas, pronunciaciones, colores de piel para darle color a una previa entre argentinos y mexicanos.