ARGENTINA CAMPEÓN
Luego de la obtención de la tercera copa del mundo para nuestro país, el plantel argentino festejó la gloria eterna y pasó a la eternidad. En mayor o menor medida, todos los futbolistas del plantel fueron clave para poder obtener el título. Repasamos uno por uno la actuación de cada uno de los integrantes del equipo Albiceleste. De yapa, la foto de cada uno de los campeones con la Copa del Mundo.
Emiliano Martínez
Una bestia. Comenzó con el fatídico partido frente a Arabia, en donde se mostró muy triste por su nivel. Pero a partir de allí, la rompió toda: el tiro libre frente a México, la sobriedad frente a Polonia, el mano a mano sobre el final contra Australia, los penales con Países Bajos y la gran final frente a Francia, en donde fue la gran figura con un tapadón a los 123 y el penal atajado a Coman. El mejor arquero del mundial y al podio de los héroes del arco, con Pumpido, el Pato Fillol y Goyco. 
Franco Armani y Gerónimo Rulli
Los únicos dos que no sumaron minutos en la copa, pero claramente partícipes del logro: rancho aparte con el Dibu y Gomes Gerth, los arqueros apoyaron y acompañaron el gran laburo de Martínez. El día de los penales con Países Bajos, corrieron a abrazar al 23 para festejar con el arquero el pase a la final. 
Nahuel Molina
El de Embalse fue la rueda de auxilio clave para el equipo: bancando en defensa y dándole aire al ataque con sus piques al vacío, el gol frente a Países Bajos fue la frutilla de un gran Mundial para el cordobés. En el gol de Julián frente a Croacia, corrió a la par y arrastró defensores croatas. En la final controló bien a Mbappé durante los primeros 70 minutos, hasta que tuvo que retirarse agotado. 
Gonzalo Montiel
¡Cuanta responsabilidad, Cachete! El ex River fue el encargado de convertir el penal definitivo en la gran final y también se anotó en la serie frente a los Países Bajos, en donde convirtió con mucha frialdad. En cancha, guapeó en un momento muy chivo como fue el partido frente a México y le dio aire permanente al carril derecho. 
Cristian Romero
El cordobés fue de menor a mayor. En la final del mundo la rompió toda, ganó todos los duelos aéreos frente a los franceses y sacó de partido a Giroud, que tuvo que se reemplazado ya que no pudo con el ex Belgrano. A Mbappé lo corrió por toda la cancha. No tuvo un buen debut frente a Arabia, pero después de un partido en el banco, fue ganando en confianza y terminó redondeando un trabajo impecable. 
Nicolás Otamendi
El gran caudillo. A la altura de Passarella o Ruggeri, Ota jugó un mundial en un nivel superlativo, ganando por arriba, por abajo, por el centro del campo, por la banda. Anticipando en la mitad de cancha, volando sobre los gigantes australianos, guapeando contra los neerlandeses, empujando al equipo desde el fondo y siendo el capitán sin cinta de esta nueva alegría. 
Lisandro Martínez
El pibe de Gualeguay entró cuando las papas quemaban, ya sea de arranque o desde el banco y aportó claridad y frialdad para calmar los partidos. Su cierre épico frente a Australia cuando el partido estaba 2 a 1 se gritó como un gol y sirvió para mantener la victoria. Mucho futuro para uno de los grandes centrales, que fue una de las apuestas de Scaloni para la línea de 5 y que funcionó cuando se aplicó. 
Germán Pezzella
El bahiense entró frente a Polonia, Países Bajos y en la final del mundial, para armar la línea de 5 pero con más altura y sacar de cabeza. Frente a los neerlandeses tuvo un cabezazo que pasó cerca y se acopló a la defensa para sumar un ladrillo más a la pared. Parte importante desde lo grupal, Germán integró el plantel desde el primer momento del ciclo. 
Juan Foyth
Unos minutos frente a Croacia para darse el gusto de haber participado de la Copa del Mundo. Su presencia sana la herida de no haber estado en la Copa América del 2021 y le inyectó el ADN pincha necesario al plantel. 
Nicolás Tagliafico
Lo que jugó frente a Croacia fue monstruoso. Intercaló la posición con Acuña y fue un león cuando le tocó defender la banda izquierda de Argentina. Bancó la parada en la final frente al movedizo Dembele, que tuvo que salir porque no le encontró la vuelta. No dejó mover al peligroso Pasalic en semis, en donde fue una de las grandes figuras. Contra Arabia tuvo el 2 a 2, pero no pudo. Por algo fue… 
Marcos Acuña
El Huevo le hizo honor a su apodo: el neuquino empujó y fue una aplanadora por la banda izquierda cuando le tocó estar. Llegó con algunos problemas físicos, pero los dejó de lado para ser un tractor que se llevó puesto todo. Le hicieron el penal frente a Países Bajos y entró en la final para dar una mano en defensa. Rendidor y perfil bajo, el huevito tuvo su revancha luego del 2018. 
Rodrigo De Paul
De menor a mayor, Rodri empezó con algunas dudas en el primer partido frente a Arabia Saudita, pero con el correr de los partidos fue ganando en confianza y volviendo a ser el motor de la Selección Argentina. Socio de Messi adentro y afuera de la cancha, el nacido en Racing tuvo una molestia física en la previa del partido frente a Países Bajos, pero dejó todo en la cancha y completó toda la copa. Es vital en este equipo y lo demostró en todo momento. 
Leandro Paredes
Uno de los integrantes de la columna vertebral del equipo en la previa, le tocó salir del equipo por el enorme momento de Enzo Fernández. Reingresó en semis frente a Croacia para sumar gente en la batalla por el medio y funcionó. Entró en la final para recuperar la mitad de cancha y lo logró. Pateó frente a Países Bajos y Francia y lo hizo con muchísima seguridad. Leandro fue uno de los pilares del ciclo Scaloni y aportó en todo momento para el título. 
Enzo Fernández
La descosió. El reconocimiento de Mejor jugador joven de la Copa del Mundo habla por sí solo de este pibe que aún destila potrero argentino y que se hizo cargo del equipo en un momento bravo, como fue el encuentro frente a México, donde convirtió un golazo. A partir de ahí, no salió mas, jugando cada partido como un veterano y siendo el eje del 11. La mancha del penal frente a los Países Bajos se borra fácilmente con el tremendo mundial que hizo y que augura grandes expectativas de cara al futuro. 
Alexis Mac Allister
Cerebral y pensante, el Colo se hizo eje del equipo con Enzo luego de comenzar en el banco de suplentes. Entró de titular frente a México y no salió más, siendo la pausa necesaria en tres cuartos para generar los espacios arriba. Gol clave frente a Polonia para abrir un partido cerrado e intensidad permanente durante todos los playoff. Futuro de grande europeo. 
Alejandro Gómez
Dentro de todos los recuerdos que dejará este mundial, la foto del Papu comparando su look con el de David Beckham pasará a la eternidad por la reacción de sus compañeros. Desde lo futbolístico, fue titular en el debut contra Arabia Saudita y luego reapareció en el 11 frente a Australia. En ese encuentro sufrió un esguince de tobillo por el que tuvo que salir y no pudo seguir sumando minutos, pero su espíritu alegre contagió a todo el plantel y descomprimió momentos tensos. 
Thiago Almada y Ángel Correa
Llamados de auxilio por las lesiones de Joaquín Correa y Nico González, fueron despedidos en Ezeiza como héroes, por miles de hinchas que pedían que traigan la Copa. Y los muchachos cumplieron. Thiago sumó minutos frente a Polonia, mientras que Angelito ingresó en semis para anotar su nombre en los libros de historia. 
Paulo Dybala
El actor de reparto que se convirtió en protagonista: el cordobés de Laguna Larga venía sin participar en el Mundial hasta que ingresó unos minutos frente a Croacia en semis. Cuando parecía que no iba a tener minutos nuevamente, entró en la final y tuvo la enorme responsabilidad de hacerse cargo del segundo penal. Lo pateó con clase y se sumó un nuevo poroto en su historia con la Selección: con el gol en la Finalissima, los dos momentos más importantes con la camiseta albiceleste. 
Guido Rodríguez
El Mayordomo entró en el partido frente a México para dar un poco de equilibrio al campo de juego, pero el partido pedía otra cosa. Bien por arriba, sólido con la pelota y ordenado en el centro del campo de juego, Guido aportó cuando le tocó estar en cancha. Una gripe lo tuvo a maltraer, pero estuvo presente acompañando al grupo siempre. 
Exequiel Palacios
El tucumano fue importante para oxigenar la mitad de la cancha cuando le tocó ingresar: entró muy bien contra México, Australia y Croacia para renovar el centro del campo cuando el físico pasaba factura y las piernas no alcanzaban. Sangre del interior del país y corazón caliente para empujar y correr en el centro del campo. 
Lautaro Martínez
El Toro llegó como gran goleador, tuvo un partidazo frente a Arabia, pero el VAR le anuló 2 goles (uno muy dudoso) y a partir de allí le costó afinar la puntería. Salió del equipo, pero en ningún momento manifestó enojo ni calentura, apoyando permanentemente a Julián, que lo reemplazó desde el partido con Polonia. Se hizo cargo del quinto penal en el partido frente a Países Bajos, selló la clasificación y convirtió un gol que vale por todos los que no pudo hacer en la Copa del Mundo. 
Ángel Di María
¡Que Mundial, Fideo! Angelito deslumbró con su calidad y su velocidad a lo largo de la Copa del Mundo, siendo una de las armas más importantes de Argentina. Una lesión muscular lo dejó afuera del equipo frente a Australia, Croacia y solo estuvo un ratito frente a Países Bajos, pero reapareció de arranque en la final, por el sector izquierdo. Enloqueció a los franceses, que le cometieron un penal y no pudieron agarrarlo en el segundo gol. Al igual que en el Maracaná, jugó su final soñada y se tomó la revancha merecida de tantas frustraciones mundialistas. 
Julián Álvarez
El sueño se cumplió. Lo dijo cuando era niño: su anhelo era jugar un Mundial y su ídolo era Messi. Y se dio el gusto de ser clave en la obtención de la tercera estrella a la par de su ídolo de niño. La Araña entró en el equipo frente a Polonia y pagó con goles: uno frente a los polacos, con un remate fuerte y arriba; uno de vivo frente a Australia, robándole la pelota al arquero; y dos frente a Croacia: uno a lo Kempes, guapeando y llevándose la pelota y otro bien de 9, coronando una gran jugada de Messi. El pibe de Calchín tiene un futuro inmenso y un presente que lo convierte en uno de los mejores 9 del mundo. 
Lionel Messi
¿Qué decir? Cualquier palabra que digamos estará de más. El mejor del mundo la rompió totalmente en la Copa del Mundo, jugando su mejor mundial: 7 goles, dos de ellos en la final, 4 asistencias y líder incuestionable de este plantel que le regaló la Copa del Mundo para terminar de completar su vitrina. No la necesitaba para demostrar nada, la necesitaba para ser feliz. Y la consiguió. El gran capitán cumplió su sueño. 
Lionel Scaloni
El joven inexperto le cerró la boca a todos. Cuestionado por la mayoría, de a poco fue rodeándose de gente capacitada y alimentando el fuego del plantel que consiguió la ansiada tercera estrella. El pujatense planteó todos los partidos de manera impecable, leyendo lo que exigía cada momento y cada rival, sin temblarle el pulso para sacar a sus caudillos (Paredes, Lautaro, el Cuti). Entra al panteón de los entrenadores argentinos: por sabiduría, por constancia, por inteligencia y por tapar bocas en todo el mundo. 
