Fútbol
La hecatombe que provocó la humillante eliminación de la UEFA Champions League en Barcelona fue de tal magnitud como para poner en duda lo que, hasta hace no mucho tiempo, era indudable: la continuidad de Lionel Messi. Y si finalmente decide ponerle fin a su ciclo, ¿dónde encajaría mejor para continuar?
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Manchester City
En principio aparece como la opción más viable por las condiciones. El combo Pep Guardiola-Sergio Agüero, dos de los que mejor lo entienden dentro y fuera de la cancha, suena atractivo al igual que la competitividad: la desafiante Premier League y la chance de ir por la UEFA Champions League tras el levantamiento de la sanción.
Por su poderío económico de la mano de sus dueños árabes, los Cityzens podrían afrontar la inversión que sea necesaria para llevarse al fenómeno argentino, pero también armarle un equipo en torno a él más allá de los cracks que ya tienen. Dos contras, en cambio, serían la barrera idiomática y la mudanza, factor común en toda variable.
Inter
El gigante italiano fue comprado por multimillonarios chinos que lo tienen como sueño imposible. La Serie A parece dura desde lo físico y lo táctico para el juego de Messi, pero Cristiano Ronaldo también dejó Real Madrid en su momento para sumarse a Juventus. Jugará la próxima Champions, un detalle no menor, y tiene a Lautaro Martínez, nuevo socio suyo en la Selección.
La MLS
No hay dudas de que el arribo del rosarino sería una de las explosiones que el soccer estadounidense precisa para despegar definitivamente. Sin embargo, desde lo deportivo no representa un reto atractivo para la recta final de su carrera, con la Copa del Mundo de Qatar 2022 en el horizonte como última oportunidad de alcanzar la gloria máxima. Aunque David Beckham se ilusione con sumarlo a su Inter Miami es muy difícil. Lo mismo para cualquier otro destino exótico.
Newell"s
El sueño de un país entero, menos para los hinchas de Central. Ver a Messi en el fútbol argentino sería prácticamente una cuestión de Estado ante la más mínima puerta que pueda abrirse. Sin embargo, en un contexto ya de por sí complejo que se agudizó ante la pandemia de coronavirus, Rosario nunca estuvo cerca: solamente es una utopía sin sustento alguno más que el amor por la camiseta que lo vio nacer.
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