La reina del pop hace historia con un espectáculo histórico que encandila a Río de Janeiro

La legendaria Madonna, conocida como la 'chica material', seguramente recordará su espectáculo en la playa brasileña como uno de los momentos más destacados de su carrera. Fue una celebración multitudinaria de su trayectoria y su relevancia, con toda una ciudad rindiéndose a sus pies. 

Resultaba imposible calcular la cantidad de personas que disfrutaron y se emocionaron en Copacabana durante el histórico show de Madonna. Algunos aventuraban que había más de dos millones de espectadores. Desde su aparición en el escenario de 800 metros cuadrados montado frente a la playa, comenzando con "Nothing Really Matters", todo fue magia. Apareció pasadas las 22:00 horas, recorriendo la larga pasarela desde el emblemático hotel Copacabana Palace, donde se alojaba, hasta el monumental escenario.

Madonna cerró en Río su gira mundial "The Celebration Tour", con la que celebra 40 años de carrera, superando ampliamente la expectativa de 1,5 millones de asistentes. El DJ estadounidense Diplo calentó el ambiente en lo que se considera "la pista más grande del mundo". Desde temprano, tanto cariocas como turistas llegaron a la playa para disfrutar de la mágica fiesta.

En el mar, numerosos yates y otras embarcaciones se congregaron para presenciar el espectáculo desde la primera fila, estacionados muy cerca del escenario. El día del evento se esperaba con gran expectación, con Copacabana bulliciosa desde el mediodía, repleta de vendedores ofreciendo todo tipo de mercancía relacionada con Madonna, mientras miles de policías trabajaban para mantener la seguridad y evitar robos masivos, algo habitual en eventos de esta magnitud.

Madonna ha dejado una marca indeleble en generaciones con su talento, generando momentos icónicos a lo largo de su carrera. Su irreverencia incluso la llevó a tener una relación tumultuosa con la Iglesia católica, llegando al punto de ser excomulgada por el papa Juan Pablo II debido a su video de "Like a Prayer", considerado blasfemo.