En peligro de extinción
Según se detalló en un comunicado, personal de Guardaparques de la Red de Áreas Naturales Protegidas de Mendoza dio aviso del avistaje de un pichón en un nido localizado en la Reserva de Biosfera Ñacuñan, del departamento mendocino de Santa Rosa.
"Podemos dar esta excelente noticia ambiental que seguramente no es un hecho fortuito sino que es el resultado de un trabajo colaborativo mantenido en el tiempo. El cuerpo de Guardaparques de Ñacuñán viene desarrollando sistemáticamente, junto a grupos de investigación y conservación y personal de Fauna Silvestre, un exhaustivo monitoreo de la población de la especie en la región y de la reserva", manifestó el director de Recursos Naturales, Sebastián Melchor.
Las actividades de monitoreo comprenden el relevamiento de los territorios detectados, el comportamiento reproductivo, los hábitos de alimentación y el seguimiento de los sitios de nidificación.
Es así como, durante el seguimiento habitual de estos sitios, fue registrado el primer pichón de la temporada, se informó.
El Departamento de Fauna Silvestre dio aviso al Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (Cecara), dependiente de la Universidad Nacional de La Pampa que, en compañía de personal de guardaparques, la ONG SOS Acción Salvaje y Fauna Silvestre realizaron el anillado y la toma de muestras del pichón, se detalló en un comunicado.
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En tanto, el segundo avistaje, en el marco de estas acciones de conservación con la especie, fue detectado por trabajadores de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este SA de San Martín (Subdelegación del Departamento de La Paz), que días atrás estaban realizando tareas de mantenimiento, y observaron una estructura que reconocieron como un nido de águila coronada en la copa de un algarrobo, identificando también a la pareja y su pichón.
Ante este hallazgo, dieron aviso inmediato a la Subdelegación de Recursos Naturales del Departamento de La Paz; personal del área se contactó con los propietarios del campo dónde se localiza el nido y, con las autorizaciones correspondientes, se organizó al equipo de trabajo conformado por el Cecara, SOS Acción Salvaje, guardaparques, operarios de Edeste SA, Aves Argentinas y Fauna Silvestre.
Los trabajos en el nido y con el pichón fueron liderados por el equipo del Cecara y se le colocó el anillo identificatorio, se tomaron muestras y se instaló una cámara trampa.
Con esta técnica, a través de fotos, se podrán conocer los hábitos de alimentación y el momento de emancipación del nido, entre otra información de interés de la especie.
Según indicaron desde la cartera ambiental mendocina, el águila coronada se encuentra en peligro de extinción en toda su área de distribución, con una población global que se estima en menos de mil ejemplares adultos y tendencias poblacionales decrecientes.
