ESTACIÓN ZAFIRO 89.5
Uno no toma conciencia de lo que realmente es capaz de transmitir, en este caso, mediante un micrófono. Faltaban 10 minutos para las 13 hs. El programa de Delfor Sánchez y Lautaro Godoy estaba por finalizar cuando sonó el timbre. Atiendo y era Georgina, una de nuestras fieles oyentes. "Oye Maty, soy Georgina, baja por favor". Como estaban por bajar Delfor y Lautaro, le dije que aguardara unos minutos. Yo me tenía que quedar un rato mas en la radio. Se despiden los chicos junto a Gustavo Roldán, el operador, y se van. Al minuto vuelve a sonar el timbre, "Oye Maty baja por favor que te he traído algo", era Georgina otra vez. Esta simpática y querida oyente (y luego que lean esta nota será aún más querida, se los aseguro) es oriunda de Chile. Le gusta mucho tejer, y nos a obsequiado a todos los integrantes de Estación Zafiro FM 89.5, gorros, bufandas, cuellitos, todos tejidos por ella. Así se gana la vida, comprando lana y tejiendo todo el día, aparte de escuchar la radio.
Ella es Rosa, más conocida como tutu tucu.
Bajo hasta la puerta del edificio, la saludo y me da una bolsita de nylon. Dentro de la bolsa habían dos juguetes, encontes me cuenta para quienes eran. El jueves por la noche, en el programa de Lourdes Vargas, que se emite de 21 a 00, mandó un mensaje una oyente llamada Rosa, mas conocida como "Tucu Tucu", como ella se define. En el mensaje se la notaba triste, y contó que como no tenía dinero, no podía comprarle un regalo a sus nietos. Georgina estaba escuchando la radio, como siempre, y decidió comprarle los regalos ella misma, para que Rosa pudiera dárselos a sus nietos.
Ella es Georgina, el alma generosa de esta historia.
Ellas no se conocen, solo se escuchan en los mensajes que diariamente los oyentes nos mandan a los diferentes programas de la radio. Georgina tiene su nieta que vive en España, me contó hoy, y sintió que tenía que ayudar a Rosa. Esta mañana fue al centro y compró los regalos. Hasta se tomó el trabajo de preguntarle a Lourdes que le habían pedido los nietos a su abuela Rosa. Y como no tenía forma de comunicarse con ella, los llevó a la radio, para que nosotros los entregáramos.
Me quedé un ratito hablando con ella, le agradecí infinitamente el gesto y la saludé con el puño, esta maldita pandemia nos hace tener estos recaudos, sino les juro que la abrazaba como si fuera mi abuela.
Cuando subí nuevamente a la radio, se me llenaron los ojos de lágrimas, sentí un orgullo muy grande, como trabajador de Estación Zafiro, pero más como papá, hijo y nieto. Decidí contarle a mis compañeros de la radio y a su director, Marcelo Ortiz. Inmediatamente se alegraron todos y el mismo Marcelo se comunicó con Georgina para agradecerle el enorme gesto que había tenido para con Rosa.
No es la primera vez que los oyentes de Zafiro se preocupan por otro cuando están mal, cuando necesitan algo, cuando están enfermos, cuando hace días que no escriben, llaman y preguntan.
Los que formamos parte de Zafiro Contenidos, siempre nos identificamos como miembros de una FAMILIA, y creo que los oyentes también se sienten integrantes. Ellos no lo saben, pero nosotros no seríamos el grupo hermoso que somos sin los oyentes de Estación Zafiro y los lectores de Diario Mendoza. Que un oyente te mande un mensaje, sin conocerte y te diga LOS QUIERO, SON MI COMPAÑIA, LOS EXTRAÑÉ MUCHO EL FIN DE SEMANA, es el mejor premio y reconocimiento que podemos tener como comunicadores.
Ojalá, nosotros, y todos los comunicadores del mundo, tomemos conciencia de lo que generamos. Brindo por eso. Y feliz día del niño. Muchas, pero muchas gracias, Georgina.
Matías Brucki
