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Un reciente estudio llevado a cabo por la consultora Reale-Dalla Torre arrojó luz sobre el estado actual del clima social en Mendoza, revelando que casi la mitad de los mendocinos, específicamente el 45%, considera que su situación personal está "peor" en comparación con el año pasado. Este análisis, realizado en los últimos días de febrero, buscaba medir el impacto de los recientes recortes presupuestarios, la continua escalada de precios y las tensiones políticas, particularmente el enfrentamiento entre el presidente Javier Milei y los gobernadores provinciales, en la percepción ciudadana.
A pesar de este panorama algo desalentador, el estudio también encontró que existe un notable grado de optimismo entre la población respecto a la situación económica del país. Un 44% de los encuestados se mostró optimista sobre el futuro económico de Argentina, lo que contrasta de cerca con el 43% que se manifestó pesimista. Esta polarización de opiniones refleja la complejidad del contexto socioeconómico actual, donde las esperanzas de recuperación conviven con el temor a un deterioro continuo.
El informe de Reale-Dalla Torre sugiere que los mendocinos están navegando entre la preocupación por las dificultades económicas inmediatas y la esperanza en estrategias a largo plazo que puedan estabilizar y mejorar la economía del país. La discrepancia entre el optimismo y el pesimismo también puede estar influenciada por las distintas experiencias y percepciones individuales frente a los cambios en el panorama económico y político de Argentina.
Los hallazgos del estudio ponen de manifiesto la urgencia de abordar los desafíos económicos que enfrenta la población, desde el aumento de los costos de vida hasta la incertidumbre política. Al mismo tiempo, revelan la resiliencia de una parte significativa de la ciudadanía, que mantiene una perspectiva optimista frente a futuras mejoras económicas.
