Guerra
"Si algún país de la UE cede a las humillantes peticiones de (Vladimir) Putin de pagar en rublos el petróleo y el gas, sería como ayudar a Ucrania con una mano y ayudar a los rusos a matar ucranianos con la otra", expresó Kuleba en Twitter.
El jefe de la diplomacia ucraniana pidió a los Gobiernos que tomen "una decisión sabia y responsable", lo que en opinión de Kiev supondría no plegarse a las peticiones de Putin.
El presidente ruso anunció ayer un cambio en las condiciones de pago luego de que varias potencias occidentales congelaran unos 300.000 millones de dólares de reservas que tiene Moscú en el extranjero, lo que fue calificado como un "robo" por el canciller ruso, Serguei Lavrov.
"Está claro que entregar nuestras mercancías a la UE, a Estados Unidos, y recibir dólares, euros y otras monedas ya no tiene sentido para nosotros", dijo ayer Putin, antes de anunciar que a partir de ahora su país exigirá el pago en rublos del gas que vende a las naciones que considera hostiles, entre ellas las de la UE.
Putin ordenó al Banco Central y al Gobierno que pongan en marcha el nuevo sistema "en el plazo de una semana".
El anuncio generó una reacción inmediata en la moneda rusa, que se fortaleció frente al euro y el dólar, luego de un desplome sufrido desde el 24 de febrero, fecha en la que el Ejército ruso inició la invasión a Ucrania.
La medida fue rechazada por Alemania, cuyas importaciones de gas provienen en un 55% de Rusia, que la consideró como una "ruptura de contrato".
La principal economía europea está tratando de reducir rápidamente su dependencia mediante la contratación de otros proveedores y el pasado fin de semana firmó un acuerdo con Qatar, importante exportador de gas licuado, para un "suministro de gas a largo plazo".
Sin embargo, pese a la invasión de Ucrania y de las sanciones occidentales, el gas ruso sigue fluyendo hacia el bloque europeo que, altamente dependiente del suministro, se niega a imponerle un embargo como sí lo hicieron Estados Unidos y el Reino Unido.
