Ataque
Jameson Reeder Jr. fue atacado, este fin de semana, por un tiburón en el arrecife Looe Key, dijo la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida en un comunicado.
Según una publicación en Facebook de su tío Joshua Reeder, el niño había ido en bote con sus padres y tres hermanos y estaba buceando en un arrecife poco profundo cuando "recibió un fuerte golpe debajo de la rodilla" por lo que suponen que fue un tiburón toro de dos metros y medio de largo, indicó la agencia AFP.
Jameson pudo aferrarse a un flotador y fue rescatado por su padre, quien le aplicó un torniquete en la pierna e hizo señas a otro bote más grande que llevó a la familia a tierra.
Más tarde, el niño fue trasladado en avión al Miami Children's Hospital, donde un equipo médico le salvó la vida, pero los profesionales debieron amputarle la pierna por debajo de la rodilla.
Si bien en el verano boreal del 2022 llamó la atención el aumento superior al normal de los encuentros con tiburones frente a la costa de Nueva York, el riesgo general de ser mordido por un tiburón sigue siendo bajo.
En tanto, las tendencias globales se mantienen estables luego de un ligero incremento de ataques en los últimos 30 años, en parte debido al aumento de la actividad recreativa de los humanos y la recuperación de las poblaciones vulnerables de tiburones.
Según el Museo de Florida, el año pasado se produjeron 73 ataques no provocados en todo el mundo, casi todos causados porque los tiburones confunden a humanos con sus presas.
La mayoría de los ataques en Estados Unidos ocurren frente a la costa atlántica de La Florida, lugar de aguas agitadas y peces cebo de los que se alimentan varias especies de tiburones.
