En San Rafael
Durante la tarde de este jueves 28 de diciembre, se dictó sentencia en el juicio oral contra Hugo Rinaldo Varas, exmiembro de la Armada Argentina. El hombre fue acusado y condenado a 30 años de prisión de cumplimiento efectivo por abusar sexualmente y filmar a una menor de 12 años en reiteradas ocasiones en Real del Padre, San Rafael.
El hombre de 58 años tenía un cúmulo de pruebas en su contra que llevó a la dura sentencia. Por esto, es penalmente responsable en calidad de autor en 17 hechos por los delitos de abuso sexual agravado por acceso carnal y promoción a la prostitución agravada, todo en perjuicio de una niña con discapacidad. Los hechos ocurrieron en el 2019.
La investigación a cargo del Fiscal de Instrucción Martín Castro, permitió sostener la acusación que recaía sobre Rinaldo Varas. Así también sobre la imputación a un familiar de la menor, Saúl Paz Merelles, que abusó sexualmente de la niña, condenándolo en calidad de co-autor a 8 años de prisión por un solo hecho y a la progenitora de la víctima, Claudia Rosana Paz Giménez, quien entregaba a la menor, siendo condenada mediante juicio abreviado a la pena de 9 años de prisión.
Los condenados ya se encuentran alojados en la Unidad Penitenciaria X, de El Cerrito, ubicada en San Rafael, para cumplir las sentencias.
Cómo surgió el caso
Los delitos se descubren cuando la niña publicó un video en sus estados de redes sociales, en donde aparentemente quería terminar con su vida. El mismo fue visto por su tío e inmediatamente se comunicó con el padre de la pequeña, quien al saber lo que hacía su exmujer, denunció los hechos ante la Justicia.
Luego, Varas se presentó voluntariamente en la comisaría y reclamó que le informaran si era cierto que existía una denuncia en su contra. En el acto quedó detenido y le secuestraron el celular, que resultó una prueba fundamental en su contra, a partir de los archivos encontrados.
Las pruebas del abuso sexual
En el allanamiento a su casa, investigadores hallaron más material de abuso infantil digitalizado en la CPU. Todo terminó conformando un cuadro probatorio inexcusable.
De esta forma, dicho accionar alcanzó la sentencia a 30 años de cárcel, ya que se trata no sólo de abuso sexual con acceso carnal en seis hechos probados, y en concurso real, sino también por la promoción a la corrupción de menores agravada por la edad de la víctima: esto, debido a que la criatura tenía sólo 12 años cuando sucedieron los hechos.
Los sucesos probados tuvieron lugar el 10 de septiembre, y los días 7, 16, 28 de diciembre de 2019, más otro el 2 de febrero del año siguiente. Además, por las filmaciones y fotografías, se lo halló responsable de producción de representaciones de actividades sexuales explícitas de un menor, bajo la modalidad de delito continuado.
