Un hombre, que se presume es de origen brasileño, había tomado una iglesia ubicada en la calle Taboada y Choele Choel en Luján de Cuyo como su punto de encierro. Según los informes iniciales, el hombre amenazaba con autoflagelarse e incendiar el lugar si no se cumplen sus demandas, aún desconocidas.
Las autoridades locales cerró las inmediaciones para garantizar la seguridad de los residentes cercanos y de quienes transitan por la zona. Además, la Policía de la Provincia de Mendoza desplegó a su equipo especializado, el Grupo de Resoluciones de Incidentes de Secuestro (GRIS), en un intento por resolver la situación y garantizar la integridad física tanto del individuo atrincherado como de los posibles rehenes y personal del recinto.
Luego de una tensa negociación el atrincherado desistió de su actitud y quedo a disposición de la justicia de Mendoza.