Se desarrolla el paro de la CGT y se resienten los servicios en todo el país
A partir de las 00:00 horas de este jueves 9 de mayo, entró en vigencia el segundo paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) durante la breve gestión de Javier Milei. El cosecretario general de la central obrera, Héctor Daer, anticipó durante el fin de semana que la medida sería un "parazo", ya que "prácticamente todos los sindicatos que integran la CGT" se sumaron a la huelga.
Según datos proporcionados por la Secretaría de Transporte, el paro afecta a 6.593.000 usuarios del transporte público y a 93.000 pasajeros de 703 vuelos cancelados, con pérdidas estimadas en 2 millones de dólares para Aerolíneas Argentinas y 200 millones de pesos para Trenes Argentinos.
La medida tiene como objetivo condicionar al Gobierno en un momento clave, en que se negocian los votos necesarios para aprobar la Ley Bases en el Senado, y se dialoga con los gobernadores de cara al Pacto de Mayo, que se celebrará el próximo sábado 25. Pablo Moyano, cotitular de la CGT, expresó su preocupación sobre la situación actual: "Ojalá, de una vez por todas, el Gobierno entienda que este modelo económico no va más".
A diferencia del Día del Trabajador el pasado 1° de mayo, cuando la CGT marchó de forma pacífica, en esta ocasión no se esperan movilizaciones. Sin embargo, el impacto se siente en todas las áreas de servicios esenciales. Desde bancos hasta comercios, pasando por el transporte público y la actividad aeroportuaria, el paro ha dejado al país prácticamente paralizado.
Las pérdidas económicas por la huelga son millonarias y se estima que las empresas estatales de transporte sufrirán importantes caídas en sus ingresos. Los dirigentes de la CGT confían en que el paro generará la presión necesaria para que el Gobierno revise su política económica y dé marcha atrás con ciertas medidas que, según ellos, perjudican a los trabajadores.
En resumen, este paro general marca una jornada crítica para la economía del país, con una CGT decidida a ejercer toda la presión posible para que el Gobierno reevalúe su rumbo y se acerque a las demandas de los trabajadores.