El Gobierno argentino anunció que a partir del 1 de julio, será obligatorio el uso de la receta electrónica, según dijeron promete revolucionar la forma en que los ciudadanos acceden a sus medicamentos y tratamientos. Esta medida es el resultado de la reglamentación del DNU 70/23, que busca facilitar el acceso a los medicamentos de manera más eficiente y segura.
El decreto 345/2024 establece que la implementación de la receta electrónica tiene como objetivo mejorar la calidad en la prestación de servicios de salud. Esta medida busca potenciar la eficiencia y la seguridad en la prescripción y dispensación de medicamentos, facilitando la identificación de los profesionales sanitarios que los prescriben.
La administración de Javier Milei señaló que la receta electrónica se presenta como una herramienta clave para aumentar la competitividad del mercado, agilizar la industria y minimizar costos. Tal como señala la resolución, estas medidas se inscriben en las acciones del Gobierno para potenciar la economía digital. 
En este contexto, las autoridades de cada provincia deberán desarrollar adhesiones que contemplen los cambios necesarios en las leyes para avanzar con las propuestas de modificación. La reglamentación también establece que las actuales implementaciones de receta electrónica y/o digital seguirán vigentes, siempre y cuando cumplan con los requisitos previstos.
Finalmente, se creará un diccionario nacional de medicamentos para que las soluciones de salud digital puedan utilizarlo como base de referencia. Esto permitirá que las recetas sean emitidas denominando a los medicamentos por su nombre genérico, facilitando la identificación y dispensación de los mismos. Este diccionario garantiza la uniformidad y precisión en la prescripción de tratamientos, asegurando que todos los ciudadanos tengan acceso a los medicamentos que necesitan.
