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DOBLE CRIMEN

Asesinó a un matrimonio y luego abandonó al hijo discapacitado: Le dieron perpetua

La sentencia recayó sobre Omar Gabriel Albornoz, un pintor de 44 años que vive en Santa Fe y mató a Rita Mónica Rampazzo y Fernando Rafael Espino. El homicidio lo cometió mientras realizaba unos trabajos en la casa de la pareja. Luego, se escapó y dejó solo al hijo con problemas motrices, quien murió una semana después.

pintor

Un hombre de 44 años fue condenado este viernes a prisión perpetua en la ciudad de Santa Fe como autor del homicidio de un matrimonio en cuya vivienda realizaba tareas de pintura, y por el abandono del hijo discapacitado de la pareja que murió una semana después, según informaron fuentes judiciales.

La sentencia fue dictada por unanimidad por un tribunal integrado por los jueces Sebastián Szeifert, Pablo Spekuljak y Pablo Ruiz Staiger, al término de un juicio oral por el doble crimen, añadieron los informantes.

La fiscal del debate, Ana Laura Gioria, dijo tras la lectura del veredicto que estaba “conforme, porque el tribunal resolvió condenar por la pena y las calificaciones que fueron solicitadas por la acusación”.

El condenado fue identificado como Omar Gabriel Albornoz, un pintor de 44 años, quien recibió una pena de prisión perpetua por los delitos de "homicidio crimis causa (para lograr la impunidad de otro ilícito), robo y abandono de persona agravado".

Según se ventiló durante las audiencias orales, el doble crimen ocurrió entre la tarde del sábado 20 de octubre de 2018 y las primeras horas del día siguiente.

Las víctimas fueron el matrimonio conformado por Rita Mónica Rampazzo y Fernando Rafael Espino, quienes residían en una vivienda ubicada en Francia al 1.100 de la ciudad de Santa Fe, precisaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

De acuerdo a la investigación, Albornoz realizaba tareas de pintura en la vivienda y contaba con la confianza del matrimonio.

La fiscal Gioria explicó que el pintor había robado dólares y una camioneta marca Renault modelo Duster de la familia, lo que según la teoría del caso de la Fiscalía motivó el doble homicidio para ocultar el delito anterior.

“Albornoz asfixió tanto a Rampazzo como a Fernando Espino con el fin de asegurar su impunidad en relación a un robo que cometió en el domicilio”, afirmó la fiscal.

Además, sostuvo que “con conciencia de que el hijo de las personas a las que mató no podía valerse por sí mismo para las actividades de la vida diaria, el condenado lo dejó en una situación de absoluto desamparo”.

Se trata de una persona discapacitada que “aunque recibió atención médica en el hospital José María Cullen, falleció una semana después que sus padres”.

Los cuerpos de la pareja fueron hallados varios días después del asesinato “en un avanzado estado de descomposición” lo cual “no permitió determinar de inmediato la causa de muerte”, explicó la fiscal.

Recién dos años después de los homicidios, y tras numerosos estudios, “se supo que los decesos se produjeron por mecanismos de asfixia”, dijo Gioria.

Además, destacó que “una pericia realizada al teléfono celular del condenado arrojó que estaba en adyacencias de la vivienda del matrimonio alrededor de las 16 del sábado 20 de octubre de 2018”, y también que se pudo determinar el lugar en el que estuvo guardada la camioneta robada, antes de ser abandonada en la vía pública.

Con esos elementos, el tribunal condenó hoy a prisión perpetua a Albornoz por el doble homicidio y por el abandono del hijo discapacitado de la pareja.

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