La comunidad periodística de la provincia de Mendoza está de luto tras el fallecimiento de Pablo Villarruel , un joven periodista que dedicó su vida al periodismo y a contar las historias que hacían eco en la sociedad.
Pablo dejó una huella imborrable en el ambiente comunicacional, en el que será recordado por su talento, su alegría y su compromiso con su trabajo.
Villarruel falleció tras una valiente lucha contra una enfermedad, dejando un gran vacío en la vida de sus familiares, amigos y colegas de trabajo.
En el diario MDZ, donde trabajó durante muchos años, se le recuerda como un compañero entrañable, siempre dispuesto a dar una palabra de aliento o una idea fresca para una nota.
En la Universidad Juan Agustín Maza, donde se formó como periodista, Pablo dejó una huella profunda en sus compañeros y docentes, quienes lo recuerdan como un estudiante comprometido, creativo y apasionado por su carrera. En la calle, donde buscaba las historias que marcan la realidad, Pablo se ganó el respeto y la admiración de aquellos que valoran el periodismo comprometido y honesto.
Pablo era un padre orgulloso de su hijo Faustino y un compañero fiel de quién había sido su pareja Ana, a quienes dedicó su vida y su amor.
Su partida deja un gran vacío en el corazón de todos aquellos que lo conocieron y lo quisieron.