COMPLEJA REALIDAD
Durante los últimos días, los ciudadanos de Mendoza han notado con preocupación los faltantes de combustibles en las distintas estaciones de servicio a lo largo y ancho de la provincia. Esto provocó inquietud en el sector de expendio y en los consumidores, quienes deben sortear los numerosos carteles de “no hay” en las estaciones.
De esta forma, Diario Mendoza dialogó al respecto con Isabelino Rodríguez, presidente de la Asociación Mendocina de Expendedores de Naftas y Afines (AMENA), quien salió a dar explicaciones sobre el panorama.
“Hay un estrés operativo en las estaciones de servicio. Especialmente en gasoil grado 2 y en menor medida en naftas”, comenzó explicando Rodríguez ante la consulta sobre la situación actual en la provincia. “Y hay un corrimiento hacia los combustibles de la petrolera YPF por razón de precio que produce faltantes”.
Justamente, sobre YPF aseguró que se debe a “que esa petrolera abastece sobre la base de los consumos históricos de sus operadores. Luego se derrama la demanda sobre las otras compañías petroleras, que también tienen sus cupos, y eso va estresando el sistema”.
Además, la situación se complica cuando se tiene en cuanto la logística de traslado. “El transporte, que debería comprar a los mayoristas, intentan razonablemente buscar un precio más bajo de combustible (precio mayorista 20% del precio de surtidor). Eso tensa aun más el sistema. Aquí los perjudicados somos las estaciones y los clientes”.
Con respecto a la respuesta de autoridades oficiales, Rodríguez afirmó que Flavia Royon, Secretaria de Energía de la Nación, “está en permanente contacto con la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), relevando la situación”. Todo en relación directa con las petrolera, las cuales “deben poner el combustible en las estaciones de servicio”.
Por su parte, sobre los próximos días descartó la posibilidad de un desabastecimiento. “No entiendo que estén dadas las condiciones para un desabastecimiento”. En cuanto a la normalización, hay un alto grado de incertidumbre. “Esta ligado a políticas macroeconómicas. Y en esta coyuntura actual hay más incertidumbre que certezas”, finalizó.
