Polo Judicial
Tras conocerse este miércoles la sentencia que absolvió a la monja Kumiko Kosaka y a otras autoridades en el juicio por abusos sexuales en el Instituto Antonio Próvolo a menores de edad sordos e hipoacúsicos, familiares de las víctimas expresaron su dolor y enojo. Muchos tuvieron que salir de la sala, mientras aún se leía el veredicto, ante el desconsuelo que no pudieron contener y allí rompieron en llanto.
Este miércoles se conoció la resolución de las juezas Gabriela Urciuolo, María Belén Salido y Belén Renna, que dejó libres de culpa y cargo a las nueve mujeres que estaban imputadas en el tercer juicio relacionado con las aberraciones que sufrieron las víctimas en el establecimiento religioso que funcionó en Luján.
En primer lugar, se supo que el tribunal había decidido absolver a Kumiko de los seis delitos que se le imputaban. La otra religiosa que era juzgada y que arriesgaba una condena de 10 años, Asunción Martínez, también fue absuelta. La misma suerte corrió la ex representante legal del instituto, Graciela Pascual. De igual forma, la ex directora Gladys Pinacca y la cocinera Noemí Paz fueron también absueltas.
En cuanto a Valeska Quintana, Laura Gateán, Cristina Leguiza y Cecilia Raffo, llegaron hasta la última audiencia sin que la fiscalía ni la querella mantuviesen las acusaciones, por lo que ya se esperaba su absolución.
Abogados de víctimas apelarán ante la Corte el fallo
Lucas Lecour, miembro de la asociación civil Xumek que representa a nueve de las personas que padecieron abusos sexuales en el instituto, se quejó de que el tribunal "no tuvo perspectiva de discapacidad y desatendió la cultura sorda". También señaló que el fallo fue asombroso dado que "los elementos probatorios eran numerosos".
En ese sentido, anticipó que tanto los letrados de Xumek como los otros querellantes y la fiscalía apelarán la resolución. En primera instancia ante la Suprema Corte de Justicia de Mendoza y, de ser necesario, irán al máximo tribunal de Justicia de la Nación.
Lecour expresó su sorpresa y decepción tras el fallo, dado que "los elementos de prueba eran muchísimos sobre todo contra las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez y la ex directiva del Próvolo, Graciela Pascual. Por eso no se entiende la absolución".
Otra de las personas que transitó por aquella institución, aseguró en lenguaje de señas que “no hubo justicia. Fue muy oscuro todo” y agregó que “no hubo un reconocimiento” para los exalumnos que denunciaron los vejámenes. “Siento que estamos perdidos. Es muy triste“.
Casi todos los cuestionamientos apuntaron precisamente a las integrantes del tribunal. “Las tres juezas son un desastre. Las monjas se mostraron como lobos con cuerpo de ovejas. No hay Justicia. No piensan en las víctimas“.
