Si hubo un aluvión de chilenos que en el inicio del fin de semana extra largo hizo colapsar la atención del complejo Horcones, hoy la historia se repitió de manera muy similar. Pero esta vez la invasión de turistas trasandinos trasladó el problema al complejo Los Libertadores, en la frontera con Chile.
Sucede que, por estas horas, hay más de 100 vehículos por hora ingresando, sin cesar, a las modernas instalaciones que tiene el vecino país en el límite con Argentina. Y a esto se le suma que hay más de 3 kilómetros de cola que espera en el peaje que hay apostado en Las Cuevas. Esto ha provocado que haya más de 2 horas de demora en la atención para tanta cantidad de vehículos.
Por esta razón, en Los Libertadores las autoridades decidieron utilizar las 15 cabinas disponibles para la atención, con el objetivo de agilizar al máximo el intenso flujo de vehículos que intenta cruzar la frontera luego de cuatro días de descanso, sobre todo en Mendoza.
Se calcula que más de 30 mil chilenos coparon Mendoza durante los cuatro días que duró el fin de semana de Semana Santa. Hubo una ocupación hotelera superior al 95% y un gasto promedio de 11 mil pesos por día, por persona.
Tránsito más fluido en el retorno de los mendocinos
En tanto, respecto del retorno de argentinos por Horcones, la situación se muestra mucho más tranquila y aliviada. De hecho, por estas horas el complejo aduanero argentino no registra demoras significativas en la atención, más allá de que están habilitadas la totalidad de las cabinas. El paso de los vehículos con destino a Mendoza ha sido permanente pero fluido.
Los cerca de 10 mil viajeros argentinos (sobre todo mendocinos) que se escaparon unos días a Chile comenzaron a volver desde esta mañana, lo que provocó que el tránsito por la ruta internacional no estuviera cargado y que cuando llegaran a Horcones para hacer “aduana”, no hubiese largas filas ni mucho menos.
Desde la Jefatura de Frontera afirmaron que hasta el momento no se han producido accidentes del tránsito en la alta montaña y que el tránsito ha sido bastante ordenado. Los puestos de control de Gendarmería han funcionado y no ha habido mayores inconvenientes sobre la ruta internacional.