INDIGNANTE
En las últimas horas, la Justicia mendocina condenó al docente técnico Sergio Claudio Rivas en un caso de abandono de persona. La víctima, de 74 años, no vidente y con problemas de salud, era su propia madre. El hombre admitió haberla dejado sola en una casa con pésimas condiciones edilicias en Guaymallén.
Rivas, de 55 años, fue imputado por el delito de abandono de personas agravado por el vínculo. Sin embargo, al ser condenado a una pena de tres años de prisión en suspenso, quedó en libertad y deberá cumplir ciertas reglas de conductas.
Según lo que las autoridades lograron reconstruir, el docente y su madre, Edith Carpintero, vivían en el mismo terreno ubicado en San José. El hombre residía en el sector trasero en una casa en buenas condiciones, en tanto que su madre en otro sector ubicado en la parte delantera.
Entre diciembre de 2019 y junio de 2021, la acusación aseguró que la madre estuvo desamparada en ese lugar. La mujer era no vidente, no podía caminar por sus propios medios, padecía insuficiencia renal crónica y era insulina dependiente. Además, el lugar no tenía baño ni servicios, como calefacción. El piso era de tierra, el techo era de caña y tenía filtraciones. La única abertura al exterior era una puerta.
Además, Rivas tampoco le brindó la medicación que le correspondía y se negó a recibir ayuda de PAMI como acompañamiento o subsidios económicos.
Entonces, a mediados de junio del 2021, la víctima se descompensó y fue trasladada a la Sociedad Española de Socorros Mutuos donde quedó internada en un mal estado general, con astenia, deterioro psicoorgánico y deshidratación. La mujer terminó falleciendo, aunque su muerte no fue imputado en el expediente penal.
