Alarma
El domingo se vivió una jornada inquietante en la provincia de San Juan, caracterizada por una serie de seis sismos que, afortunadamente, no dejaron secuelas en términos de daños materiales o personales. El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), ente encargado de monitorear y reportar la actividad sísmica en el territorio argentino, confirmó los eventos, subrayando la ausencia de consecuencias negativas.
De acuerdo con los datos aportados por el INPRES, el temblor más significativo de la serie ocurrió a las 19:49:43 del domingo 7 de abril de 2024, con epicentro situado a 64 kilómetros al suroeste de Mogna. Este movimiento tuvo una magnitud de 3.4 en la escala de Richter y se produjo a una profundidad de 106 kilómetros. A pesar de su magnitud, no se reportaron daños estructurales ni víctimas, lo cual representó un alivio para las autoridades y la población.
Es relevante destacar que los sismos registrados no fueron percibidos en la vecina provincia de Mendoza, lo cual indica la relativamente baja intensidad de los movimientos y su concentración geográfica en la región de San Juan. Esta provincia, conocida por su actividad sísmica dada su ubicación en una zona de alta sismicidad en el continente sudamericano, cuenta con protocolos de seguridad y prevención que, en esta ocasión, no tuvieron que ser puestos en práctica de manera extensiva.
Los organismos de seguridad y protección civil se mantuvieron alerta durante y después de los eventos, en constante comunicación con el INPRES para monitorear la situación y estar preparados ante cualquier eventualidad.
La jornada del domingo concluyó sin alteraciones mayores, y la vida en San Juan continuó su curso normal, con la comunidad agradecida por la fortuna de no haber enfrentado consecuencias adversas tras los sismos.
