Curiosidad
Luego de una fuerte tormenta en la madrugada, un lobo marino sorprendió a los primeros turistas matutinos. Todavía abrigados y esperando el sol, descubrieron en la Playa Alfonsina a un lobo marino. Permanecía demasiado quieto.... Muchos presagiaban lo peor, desde lejos. 
Pero la escena era muy diferente al verla de cerca. Los guardavidas, que realizaban sus tareas cotidianas preparatorias, dejaron todo para armar un cerco que le garantizara seguridad al animal.
Dieron indicaciones a los turistas y afortunadamente explicaron que el lobo marino provenía del sur y necesitaba muchas horas de descanso. Quizás días.
" Les cuesta mucho nadar con la marea alta. Quedan exhaustos", dijo uno de los servidores públicos. 
El animal agregó ronquidos, miradas, movimientos para descansar panza arriba, panza abajo, de costado. Estiraba sus aletas y rascaba su cuerpo, que estaba mutando su piel.
También llamaba la atención cómo cada tanto se agregaba arena en su lomo. Quizás combatía a los insectos. Quizás añoraba las aguas australes.
Es importante una vez más destacar la tarea de los guardavidas que cuidan a los humanos y respetan la fauna con gran dedicación y concientización ambiental.
Por Laura Paz, desde Mar del Plata, para Diario Mendoza.
