PROTESTAS LABORALES
Desde octubre, los trabajadores de la confección en Bangladesh han venido expresando su descontento en busca de salarios más elevados, lo cual ha tenido consecuencias serias. La situación política en Bangladesh ha experimentado inestabilidad desde octubre, siendo descrita por medios como Reuters como un "duro golpe autoritario".
La respuesta policial a las protestas por el salario mínimo incluyó violencia e intimidación, resultando en al menos cuatro muertes, según informó Reuters. A pesar de estos desafíos, los trabajadores no han detenido sus protestas. 
Bangladesh, como el segundo mayor productor mundial de prendas de vestir después de China, emplea a más de 4.4 millones de trabajadores en la industria de la confección, siendo el 70 por ciento mujeres. Este sector representa más del 80 por ciento de las ganancias totales por exportaciones y contribuye con más del 11 por ciento al PIB nacional. 
Los trabajadores de la confección en Bangladesh están demandando salarios mínimos más altos. Aunque el gobierno aumentó el salario mensual de 8,300 takas (70 euros) a 12,500 takas (100 euros) en noviembre, la organización considera esta cifra "escandalosa". Según la investigación de la Campaña Ropa Limpia en los Países Bajos, un salario digno en el país debería ser de al menos 23,000 takas (195 euros) al mes, una cifra respaldada por sindicatos como la Federación de Trabajadores de la Confección e Industrial de Bangladesh, la Federación Nacional de Trabajadores de la Confección y el Consejo de Unidad de Trabajadores de la Confección de Bangladesh. 
A pesar de los llamados de la Campaña Ropa Limpia a las marcas que producen en Bangladesh, incluyendo a Asos, Primark y H&M, para respaldar la demanda de salarios más altos, la agitación continúa. Refuerzos policiales y militares se están desplegando en todo el país ante el temor de la violencia previa a las elecciones programadas para el 7 de enero.
