El objetivo de tener un jardín saludable no es sinónimo de grandes inversiones de dinero y esfuerzo ya que algunos desechos de los alimentos que consumimos en el hogar pueden servir como poderosos fertilizantes para plantas de interior y exterior.
Las cáscaras de papas son excelentes fertilizantes naturales para las plantas y durante siglos se han utilizado para aumentar el rendimiento de los cultivos y mejorar la composición del suelo.
La incorporación de este elemento en plantas y jardines ayuda a la germinación de semillas, limita el crecimiento de las malas hierbas en el suelo y mejora la aireación aumentando el nivel de humus.
Otro de los beneficios de este desecho de origen natural y amigable con el medio ambiente es su eficacia comprobada contra las plagas que atentan contra el jardín ya que pueden ser efectivas trampas para los bichos bolitas (se pueden colocar en un rincón y luego retirarlos a todos fácilmente).
Cómo utilizar las cáscaras de papa en el jardín
En primer lugar, es importante seleccionar el momento adecuado para utilizar las cáscaras como fertilizante. Según los especialistas, la primavera es la estación indicada pero, la preparación de las cáscaras puede comenzar en otoño.
En ningún caso se recomienda esparcir las cáscaras sobre el suelo y macetas ya que puede favorecer la presencia de roedores e insectos.
Para preparar el fertilizante es necesario enjuagar bien las cáscaras y dejarlas al sol para que se sequen unos 10 días (en un clima cálido y soleado, estará listo después de 4 días). Durante ese lapso de tiempo es recomendable dar vuelta las cáscaras para lograr un secado uniforme. Transcurrido ese tiempo pueden guardarse y están listas para ser utilizadas.