Desde las pasarelas hasta el fast fashion, la moda genderless está en todas partes. Esta tendencia, que diluye las fronteras entre lo masculino y lo femenino, refleja una evolución en la industria hacia la libertad de expresión y la inclusividad.
El diseñador Yves Saint Laurent fue uno de los primeros en captar la esencia del streetstyle como fuente de inspiración. Su enfoque observador y su capacidad para reflejar las tendencias sociales marcaron un antes y un después en la moda. Desde entonces, la industria ha seguido de cerca las tendencias emergentes y ha evolucionado para reflejar la diversidad de género en sus diseños.
La etiqueta "genderless" se ha vuelto cada vez más recurrente en la moda contemporánea, representando un movimiento hacia la libertad de elección en la forma de vestir. Marcas como Palomo Spain, Gucci, Louis Vuitton y Jacquemus han liderado el camino en la Alta Costura, mientras que el fast fashion también ha adoptado esta tendencia.
Si bien la moda sin género puede parecer una novedad, ha existido en la historia de la moda durante mucho tiempo. Jean Paul Gaultier, por ejemplo, desafió las normas de género incluyendo faldas para hombres en sus desfiles en los años ochenta. Actrices como Marlene Dietrich, Katharine Hepburn y Diane Keaton también desafiaron las convenciones de género al optar por trajes de chaqueta como símbolo de identidad.
En la actualidad, celebridades como Billy Porter, Lucien Laviscount y Jacob Elordi continúan desafiando los estereotipos de género en sus apariciones públicas, demostrando que la moda sin género es más que una tendencia pasajera.
Marcas reconocidas como IKKS y Desigual han lanzado colecciones gender-free, reflejando un cambio en la mentalidad de la industria hacia la inclusividad y la autenticidad. Proyectos como Come On, una marca sin género ni edad establecida, también están desafiando las normas de género con su enfoque punk y surrealista.
La generación Z, conocida por su afán de inclusión y autodeterminación, ha abrazado la moda sin género con entusiasmo. En resumen, no es solo una tendencia transitoria, sino un movimiento hacia una mayor diversidad y libertad en la forma de vestir. Con su enfoque inclusivo y su capacidad para desafiar las normas establecidas, la moda genderless está acá para quedarse.