La salsa bechamel es el acompañante perfecto para una enorme cantidad de platos. Acompaña muy bien la carne, los pescados y la verdura. Como si esto fuera poco, es la estrella de un sinfín de platos de pasta, arroces, croquetas e, incluso, simplemente para completar un menú de huevos. ¡Esta receta increíblemente versátil!
Si nunca te animaste a preparar una salsa bechamel, por considerarla muy difícil, esta es tu oportunidad de hacerlo. La receta lleva muy pocos ingredientes y, además, solo requiere de tu atención por unos diez minutos. Eso sí: para obtener el mejor resultado, debes cumplir a rajatabla con las medidas de manteca, leche y harina.
Dificultad: fácil
Tiempo de preparación: 10 minutos
Ingredientes
- 100 gr. de mantequilla
- 100 gr. de harina 000
- 1 l. de leche entera
- Nuez moscada C/N
- Pimienta negra molida C/N
- Sal C/N
Procedimiento
- En una olla, colocamos la mantequilla y calentamos hasta que derrita por completo. Es importante revolver e ir controlando que no se queme.
- Agregamos la harina y continuamos revolviendo para romper con todos los grumos que se puedan haber formado. Es importante tostar bien la harina, así que este paso nos debe llevar entre 4 y 5 minutos ¡siempre revolviendo!
- Una vez pasado ese tiempo, vertemos toda la leche, ya caliente, en la olla (no es necesario hervirla antes, basta con calentarla). Ahora, debemos ser pacientes y no dejar de revolver ni por un segundo para que, a medida que la salsa vaya espesando, no se nos pegue en el fondo de la olla.
- Cuando la salsa ya ha espesado bien y notas que echa burbujas grandes a la superficie, nuestra salsa ya está casi lista. Revolvemos un par de minutos más y apagamos el fuego. Es el momento de agregar la sal, la pimienta y, muy importante, la nuez moscada.