consumo responsable
La adquisición de prendas vintage y ropa usada continúa siendo una tendencia en crecimiento. Aunque el consumo consciente ya forman parte de nuestra vida, es crucial que esta práctica se expanda aún más, dado que la industria textil es la segunda fuente más contaminante del planeta. Es imperativo que la conciencia sobre estas cuestiones alcance a todos los consumidores.
La moda circular en el ultimo tiempo ha tomado fuerzas, convirtiéndose en una tendencia que no ta solo cuida al medio ambiente, si no que también al bolsillo, dado que pueden conseguirse increíbles prendas y muy originales (que quizás ahora no podríamos encontrar en el mercado) a muy buen precio 
Existen tres razones principales para elegir la compra de ropa usada:
- Sustentabilidad ambiental: Optar por prendas de segunda mano contribuye a reducir la demanda de la producción de nuevas vestimentas. La industria textil impacta significativamente en el medio ambiente debido al consumo de recursos naturales, la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero. Comprar ropa vintage ayuda a aliviar esta presión ambiental.
- Reducción de residuos: La moda rápida y el constante cambio de tendencias han resultado en un aumento de la cantidad de ropa desechada. Adquirir ropa vintage contribuye a la disminución de residuos textiles al proporcionar una nueva vida a prendas que, de lo contrario, podrían acabar en vertederos.
- Consumo consciente: La compra de ropa usada promueve un enfoque más consciente del consumo. En lugar de seguir tendencias efímeras y adquirir constantemente ropa nueva, optar por piezas vintage implica apreciar la durabilidad y el estilo atemporal, reduciendo la presión para realizar compras constantes.
La Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas advierte que, si persistimos con el actual modelo de negocios, las emisiones de contaminantes de la industria podrían aumentar en un 50% para el 2030, impactando negativamente en nuestra calidad de vida.
La compra y venta de ropa de segunda mano emerge como una medida factible. La industria de la moda genera anualmente 92 millones de toneladas de residuos, principalmente debido al fenómeno del fast fashion, que propone un tiempo de vida breve para cada prenda debido a la rápida sucesión de tendencias, fomentando así la producción y el consumo masivo.
