Entrevista
Camila Millán es una talentosa guitarrista y cantautora mendocina. En 2019 presentó su primer disco “Mansedumbre de la tarde”, un hermoso trabajo que ofrece 11 delicadas canciones. El 2023, la encuentra frente al lanzamiento de un nuevo EP: Festín, que en sus propias palabras "Es un disco que escribí durante la pandemia, en medio de la virtualidad y habla un poco del ejercicio de hacer y producir en casa”. La presentación de Festín será el próximo sábado 1 de julio en el Auditorio de Radio Nacional Mendoza (Av Emilio Civit 460 de Ciudad) desde las 21 horas, en el marco del ciclo La Aparecida (que también es un programa radial) producido por el MIMM (Movimiento Independiente de Músicxs Mendocinxs) 
En medio de las tareas de producción previas a la presentación, Camila Millán conversó con Diario Mendoza y mostró el lado interior de su nuevo álbum.
—Hay diferencias entre Mansedumbre de la tarde y Festín?
—Sin dudas, están quizás basados en los contrastes sonoros y afectivos de dos momentos diferentes de la vida y con percepciones distintas en torno a la canción y la poesía. La Mansedumbre de la tarde es quizás más ecléctico menos prolijo pero tiene una sencillez poética muy bonita para mi, la pienso con mucho cariño. Festín creo que es un trabajo mejor logrado en términos de sonido y las canciones se han estirado y deformado mucho en el proceso, esto lo digo como algo lindo, eh. Es interesante ver cómo los materiales son maleables aún los que son intangibles como el sonido y la emoción.
—¿Cómo fue el proceso creativo de Festín?
—Las canciones surgieron en pandemia en torno a la observación de lo circundante y también a partir del ejercicio de componer no digo mecánicamente pero sí más bien cotidianamente. Pude formarme con distintas artistas en torno a las canciones justamente durante la pandemia. Festín surge a partir de una foto, una evocación de un recuerdo del puerto de Valparaíso. Con ritmo de samba la canción que da nombre al EP está vinculada a las huellas sensibles de los materiales: compuesta en base a una foto, hecha canción y resignificada como cuadro en el arte de tapa del EP. Las canciones que conforman el disco fueron seleccionadas de un universo más amplio de canciones por tener cierta consonancia en común.
—¿Qué artistas participan en el disco?
—Una vez realizada la selección de las canciones comenzamos a trabajar con el percusionista Ernesto Pérez Matta que ofició de productor del disco. Después, Rodrigo Botacaulli grabó los bajos y la mezcla y masterización estuvieron a cargo de Gonzalo Del Peral.
Para el arte de tapa, participó Agustina Casot, que es historietista y pintó un cuadro en base a la foto que da origen al disco; además, Daniela Aparicio se encargó del arte de la escena que armamos para la foto que sacó Leandro Fernández. Acompañó en asistencia además, Nicanor Lucero Manzitti. Es decir, fue un trabajo que involucró a muchas personas, además de las que participaron directamente, todo el proceso también estuvo facilitado por otres. 
—¿Ha habido cambios en la artista en estos años?
—Sí, creo que van cambiando las maneras de hacer las cosas sobre todo. Pero también la sensibilidad, qué es lo que te conmueve, qué es lo que te convoca, por qué hacer una canción, qué tipo de canción hacer. Creo que ahora estoy un poco más atenta a algunos estímulos para componer, producir, y a la vez, estudiando, pensando en otras cosas.
—¿Qué es festín? ¿A qué responde ese título?
—Festín es un alivio, una celebración y a la vez, un duelo, una incomodidad, una sensación de extrañamiento. Un recuento de cosas deseables en un contexto nuevo e inesperado. Festín es una de las canciones que da nombre al título y es alusiva al puerto de Valparaíso como un "festín sin rey y sin altar" pero es también el concepto del disco si se quiere. La idea de un festín en un contexto no muy alentador, un banquete en un baño. De ahí surgió la idea sensible de armar un festín en un baño y hacer la foto de la tapa.
—¿Cuál es tu búsqueda como artista?
—No estoy segura de tener una búsqueda como artista en particular pero creo que tiene que ver con poder participar en ciertos cauces que tienen que ver con lo afectivo, lo colectivo, lo social y me gusta hacerlo desde la música, desde las canciones. Creo que ahí se condensa una data muy interesante de cómo nos venimos manejando entre nosotrxs y de qué maneras podríamos aspirar a hacerlo.
Festín es un alivio, una celebración y a la vez, un duelo, una incomodidad, una sensación de extrañamiento. Un recuento de cosas deseables en un contexto nuevo e inesperado
—¿Cómo definirías tu estilo musical?
—Creo que tomo elementos de la música popular latinoamericana, matices del pop, algunas sonoridades del rock, pero creo que más bien lo que define mi trabajo tiene que ver con el rótulo "canción".
—¿Cuáles han sido tus influencias o referencias?
—Uy, he pasado por muchas épocas con músicas diferentes pero creo que podría decir que las influencias vienen al menos de cuatro lugares: la canción latinoamericana (con sus hitos y sus múltiples matices), el rock nacional, lo que algunos llaman folklore o música de raiz folklórica y también músicas instrumentales de otros siglos y de otras latitudes.
En cuanto a las referencias, me gustan los conceptos sencillos en cuanto a cómo buscar un sonido: sensaciones, brillos, detalles que te dan ganas de anotar van funcionando como guía me parece. Particularmente en Festín una de las referencias era la guitarra criolla jugando con sintetizadores, por ejemplo. 
—¿Qué te gustaría que le suceda a un hipotético público cuando se cruce con tus obras?
—No había pensado en eso mucho. Ojalá que conecten de algún modo con eso que está ahí articulado como canción, creo en ese sentido que medio que las canciones son como un viento, entonces, que se despeinen un poco o que ese viento pase a través de algunos lugares y resuene.
—¿Ya sabés cuál es el propósito de tu vida?
—Para nada, pero mientras ando y busco, van saliendo cosas que me entretienen y en las que hay más por hacer.
Ficha técnica
Festín | Camila Millán junto a Rodrigo Botacaulli, Mailen Obrador Purpora y Paula Rosas
Presentación en vivo: sábado 1º de julio.
Auditorio de Radio Nacional Mendoza. Emilio Civit 460, Ciudad.
Hora: 21.
Entrada: aporte voluntario por parte del público.
En el marco del ciclo del MIMM también se presenta el EP Kintsugi, de la artista Paula Rosas
La entrada es libre y sugerimos un aporte voluntario para las artistas.
