Entrevista
Del 31 de marzo a 8 de abril, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza llevó a cabo la organización de la XXIV edición del Festival De Estrenos, el encuentro más reconocido del teatro local, que ofrece y premia a las mejores obras de la temporada. En la edición 23, la obra “Bitácora de un suceso nunca resuelto y jamás acontecido”, arrasó en la gala de premiación obteniendo 6 estatuillas, entre ellas, mejor actor (Darío Martínez), mejor diseño sonoro (en manos de Facundo Silione), Mejor Texto, Mejor Dirección y Mejor Obra Teatral, laureles que deben asignarse a Diego Quiroga, el gran creador de la obra.
“Bitácora de un suceso nunca resuelto y jamás acontecido”, vuelve a las tablas este jueves, en medio de los preparativos para la reposición de la pieza, Diego Quiroga y Darío Martínez se dieron tiempo para hablar con Diario Mendoza y explorar las sensaciones que vienen transitando. 
¿Qué cuenta Bitácora?… que ha logrado cautivar al público y a juradxs con el mismo fervor
Diego Quiroga: La historia en Bitácora es la historia de una búsqueda, tanto del personaje, Thomas Becker, que es el escritor de una novela que se está desarrollando y al mismo tiempo el personaje dentro de la novela, el detective Augusto. Los dos personajes están en la búsqueda de algo y lo que presenciamos es la travesía, el camino que ejecutan los personajes para para tratar de descubrir algo en este universo por un lado ficcional y por un lado real que se mezclan, se entrecruzan y donde no toda búsqueda, en este caso, sin ánimo de spoilear la historia, no toda búsqueda lleva siempre al encuentro de algo. A veces se quedan los personajes dando vueltas en esa búsqueda. 
La obra se quedó con los premios más importantes del Festival de Estrenos… ¿Cómo fue esa experiencia?
DQ: Todo lo que sucedió en el festival de estrenos, partiendo desde el mismísimo festival de estrenos, me pareció hermoso. Y digo esto porque me parece que el festival es un evento necesario y fundamental para el teatro. Y el reconocimiento por parte de compañeros y compañeras se sintió lindo. Sentí que muchos estaban tan contentos como nosotros. Y eso fue muy lindo. No tengo más palabras que decir, fue una noche muy feliz, fue lindo. Fue una grata sorpresa, porque la verdad no esperábamos tanto. Y nos hizo muy felices. Yo debo decir que le tenía mucha fe a Darío. Tenía fe que iba a ganar el premio como mejor actor y así fue. De hecho, creo que fue el que más celebré, el único en el que grité. Pero sí, fue una grata sorpresa todo y la verdad que nos puso muy, muy, muy contentos. 
¿Ahora más que nunca la obra sigue en cartel?
DQ: Sí efectivamente vamos a continuar con la obra. En junio vamos a estar en la sala Ana Frank los días viernes, la idea también es poder viajar, tenemos una invitación oficial hecha del teatro en el TBK de Buenos Aires que es donde la obra fue editada en un libro. Tenemos otras invitaciones del municipio de San Rafael por ejemplo, así que la idea es viajar, continuar haciendo funciones y llevando la obra a la mayor cantidad de gente posible. 
¿Hablando de búsquedas… cuál fue la tuya en el proceso creativo?
DQ: En este caso hablamos de mi búsqueda, que no es muy distinta a la del personaje. Bitácora se empezó a escribir en 2017 y ha sufrido muchos cambios hasta la versión que fue publicada en el “ciclo inciertamente dramaturgia” organizado por el teatro TBK de Buenos Aires. Esa versión que está escrita incluso es distinta a la puesta en escena, así que es como si todavía estuviéramos en la búsqueda de algo. Lo que me parece maravilloso es que no es algo que esté completamente acabado. La obra está constantemente transformándose, desde su primera función hasta la última, que creo que es la número 20. Siempre estamos tratando de encontrar algo que refresque un poco en cada ensayo, en cada preparación para una nueva temporada, algo que encontramos que funciona con el público, que termina alimentando la experiencia. Si notamos en una función que algo surgió de ese contacto con el público, tratamos de reforzarlo, lo estudiamos, volvemos para atrás, vamos para adelante, en fin, Lo lindo del teatro es eso, que te permite hacer un estudio sobre esas cosas. Ninguno funciona igual y eso es lo maravilloso.
¿Cuáles han sido las influencias o referencias de la obra?
DQ: Bitácora tiene influencias de muchas cosas, volviendo un poco a la búsqueda. Desde cuentos como en este caso “Iniciación al miedo” de Ángel Bonomini, de películas como “Quieres ser John Malkovich” así que es un lindo viaje también, estar en constante búsqueda. Creo que la obra lo manifiesta bien. Y como decía en la respuesta anterior, es una búsqueda que por ahí no ha encontrado respuesta todavía. 
¿Darío cómo ha sido esta experiencia de hacer un unipersonal?
Darío Martínez: Bueno, claramente es el primero que hago en mi carrera como actor. Siempre quise hacerlo, pero por alguna razón, al principio por un poco más de miedo, no querer abordarlo, y después porque no se dio. Pero en los últimos años era como algo que estaba buscando. Así que fue todo un desafío hacerlo y no era tanto o tan grave como creía (risas). Me gustó, me gusta porque implica una responsabilidad absoluta en escena para con el público.
¿Qué te exige ese concepto y que te ha exigido esta obra?
DM: Bueno como artista me exige una entrega al 100%, una concentración al 100%. Nada puede fallar, si falla no debería notarse, no hay nada ni nadie que te pueda echar una mano en cualquier vicisitud que pueda ocurrir. Me exige estar muy concentrado, pero a su vez es algo que me seduce un montón, sentir que soy el que el único que lleva el timón y que el público está totalmente atento a lo que uno hace y no hace, pero también me reconforta saber que del otro lado hay tres personas es un equipo maravilloso que te respalden y están ahí permanentemente. 
¿Cómo te llevaste con los personajes?
DM: Eso también era un desafío porque si bien no son extremadamente marcados en su composición, hay una diferencia entre ellos. Entonces en un principio me llevé bien con uno y el otro quizás todavía no lo encontré, o demoró mucho más en llegar a mí, pero creo que ahora últimamente me llevo mejor, porque le empecé a encontrar el gusto al personaje del detective, del cual en un principio no lo hallaba o me costaba muchísimo más; entonces siento como que ha ido cambiando el gusto y la comodidad con los personajes. Igual me siento muy cómodo con los dos personajes ya creo que los puedo transitar libremente, entrar y salir, eso lo da la experiencia de haber hecho muchas funciones, entonces todo se vuelve como mucho más orgánico.
¿Y en el momento de construirlos qué fuiste encontrando?
DM: Fue un tanto caótico en un principio, porque es un personaje que se pone a actuar del otro personaje de alguna manera. No es que son tan diferentes. Sí son diferentes, pero ocupan como la misma persona, de alguna manera. Entonces, ese personaje segundo, que es el detective, que es la ficción del escritor, no es que sea otro, sino que es el escritor mismo. Ese proceso de diferenciarlos, pero, a su vez entender que ese segundo personaje está en el mismo cuerpo del primero, fue como complejo entenderlo y transitarlo. Habitualmente uno es más libre de crear dos personajes diferentes, con dos corporalidades diferentes, acá hay como una cierta fusión de un personaje y otro, porque se entiende, se termina de entender un poco que es el primero haciendo del segundo. pero bueno creo que está logrado así que me parece que ya estoy satisfecho con eso y que todo el grupo ya también está contento con el trabajo. 
“Bitácora de un suceso nunca resuelto y jamás acontecido”, una de las obras del año sin dudas, puede verse mañana jueves de mayo desde las 21.30 en el Teatro Julio Quintanilla, ubicado en la Plaza Independencia, luego hará temporada los días viernes en la Sala Ana Frank. Una excelente oportunidad para disfrutar de una imperdible obra de autor, que acaba de ser multipremiada.
