Luego de mucho tiempo lejos de las marquesinas principales, Ferrari volvió con todo a las pistas: la escudería italiana metió el 1-2 en Bahreín y se quedó con el primer GP del año en Asía.
Desde el año 2019 que la escudería italiana no conseguía quedarse con un Gran Premio, y en este caso fue Charles Leclerc quien se pudo adjudicarse el circuito de Sakhir. Lo acompañó su compañero Carlos Sainz, quien llegó segundo.
En tercer lugar llegó el multicampeón Lewis Hamilton a bordo de su Mercedes, quien aprovechó el abandono de Max Verstappen para colarse en el podio. El neerlandés, último campeón, tuvo que bajarse a tres vueltas del final, al igual que su compañero, el mexicano Sergio Pérez.