Los festejos de la Selección Argentina sufrieron modificaciones por algunas situaciones particulares: en primer lugar, por la marea humana de cerca de 5 millones de personas (algunos medios hablan de más de 6) y también por una situación puntual en donde un par de hinchas intentaron ingresar al colectivo de los jugadores.
A partir de allí, los jugadores fueron trasladados a Parque Roca, en Villa Lugano, en donde abordaron 7 helicópteros y sobrevolaron la zona del obelisco, disfrutando del calor y el amor de la gente.
El presidente Chiqui Tapia comunicó la decisión por sus redes sociales y manifestó el enojo por no poder llegar hasta el obelisco. También agradeció a Sergio Berni, Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.