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Las vueltas de la vida quisieron que un muchacho nacido en San Rafael jugase en dos selecciones nacionales y con una de ellas hasta tuvo participación un Mundial de fútbol de la FIFA.
El 5 de febrero de 1951 nacía un sanrafaelino cuyo padre había llegado de su España natal. Este hecho tendría trascendencia algunos años después. El chico llamado Rubén Andrés Cano pasaba muchas horas de su infancia jugando al fútbol. Además de su crecimiento el flaquito adquirió velocidad y aumentó su talento para convertirse en un delantero goleador de las inferiores de Sportivo Pedal. Llegó a la primera en la Liga Sanrafaelina y los goles del juvenil delantero de 19 años eran un llamado de atención para varios clubes de Buenos Aires.
En 1970 se fue a probar a Gimnasia La Plata y también Atlanta tenía interés en el mendocino. Les dijo a los dirigentes platenses que su padre estaba enfermo para poder volver a Mendoza. Aunque le excusa fue para poder ir en un viaje posterior a una prueba al club de Villa Crespo en la Capital Federal.
Y así quedó en Atlanta para debutar, con toda la furia, en el torneo Metropolitano en un 5-3 contra Quilmes y con tres goles del sanrafaelino a Ubaldo Fillol, que atajaba en el Cervecero.
Logró la titularidad y el cariño de los hinchas de Atlanta para redondear 161 partidos con 47 goles, durante cuatro temporadas.
Su pase frustrado a Bélgica y su charla con Pelé
Y tuvo una anécdota muy jugosa cuando en 1973 Standart Lieja de Bélgica inició los trámites para comprarlo y allí viajó Rubén Cano con un dirigente de Atlanta y su representante. Pasaban los días y el pase no se concretaba mientras se anunciaba el debut del “argentino” en un amistoso frente al Santos de Pelé, el 6 de marzo.
“Esto es una prueba, viejo. ¿Cómo me voy a probar si a mí me dijeron que me habían comprado?”, les decía enojado el delantero a los dirigentes.
Alegaba también que Atlanta, el club al que todavía pertenecía su pase, podía suspenderlo si jugaba para otro equipo mientras tenía contrato vigente. Así que tenía tomada la decisión de no jugar y se la transmitió a la gente del Standard Lieja, que primero le pidieron y después le exigieron que recapacitara.
En el mismo hotel donde se alojaba, apareció el eqiuipo brasileño de Santos con el mismísimo Pelé. En el tramo final de su carrera, el jugador que había sido 3 veces campeón mundial escuchó la historia del argentino de 22 años. Entonces, decidió dejarle un consejo. “Vos pediles el dinero y al minuto te lesionás y te vas. Deciles que si jugás te van a suspender dos meses. Pediles la plata de esos dos meses, y volá”, le sugirió el brasileño.
Ya con la plata en la valija, el mendocino fue al estadio con el resto de sus compañeros para enfrentar al Santos. Y le pidió al dirigente de Atlanta que lo esperara en la puerta de salida del estadio con un taxi. Apenas arrancó el partido, Cano hizo señas de que había sufrido un desgarro y el técnico dispuso su reemplazo. Se fue directo al vestuario, mientras los jugadores y los 25 mil espectadores seguían en el partido.
“Agarré la ropa y salimos cagando”, confesó Cano. Del taxi se fue al aeropuerto y desde ahí emprendió viaje de regreso a Argentina. Llegó a Buenos Aires y al otro día jugó de titular en Atlanta frente a Estudiantes por la 2° fecha del torneo Metropolitano. Convirtió el gol del triunfo.
Continuó ese año 1973 con un nivel muy bueno mientras transcurrían las eliminatorias clasificatorias para el Mundial de Alemania del año próximo.
En la Selección Argentina
Argentina se clasificó para el Mundial, trascurrían los primeros meses de 1974 y el DT Vladislao Cap convocó al sanrafaelino para la Selección para una serie de amistosos frente a equipos locales en el interior del país.
El destino quiso que su primera aparición con la Selección Nacional fuese en San Rafael frente a Sportivo Pedal. El 13 de marzo jugaron para el combinado argentino: Santoro; Wolff, Paolino, Pancho Sa y Glaria; Telch, Potente y Chazarreta; Balbuena, Cano y Santamaría. Después entraron Pagnanini, Cocco y Squeo. Ocho de esos jugadores irían al Mundial unos meses después. 
Para Pedal entraron: Tazare; Alberto Cano (hermano de Rubén), J.C. Soto y Carricondo: Legrotaglie, Carlos S. Benítez y Cepeda; Andrés Torres, Ureta y Sierra. Dirigidos por Jorge Araniz, también jugaron: Ramón Ortiz, Pietrelli, Lara, Loyola y Carlos Rodríguez. Ganó Argentina 2 a 1 con goles de Chazarreta y Balbuena, mientras Cepeda marcó para Pedal.
El equipo de Cap necesitaba moverse y continuó con amistosos que le dieran rodaje, mientras aguardaba a los jugadores que estaban en equipos europeos. Cano jugó contra Atlético Tucumán en la victoria 2-0 el 5 de abril y también estuvo en el recordado partido del 17 de abril frente al combinado de Rosario (con Carlovich), en la derrota por 3 a 1. Rubén Cano ingresó suplantanto a Potente.
Cuarenta y cinco días antes del Mundial 1974 Cap dio la lista de 40 jugadores que exige la FIFA y entre ellos figuraban los mendocinos Roque Avallay y Rubén Cano. Después sólo quedaría Avallay entre los 22, pero sufrió una lesión que lo dejó afuera del Mundial y lo remplazó Babington.
Su llegada a Elche de España
El Elche de España adquirió su pase a fines de 1974 dentro del pack que negoció Atlanta: Rubén Cano, Baby Cortés y Gómez Voglino y además fue Pipo Rossi como entrenador.
Cano, al ser hijo de padre español, era considerado oriundo y no ocupaba ficha de extranjero. En Elche tardó poco tiempo en convertirse en ídolo de la afición gracias a sus corridas, goles y temperamento.
Consta en Memoria digital de Elche que “durante la campaña 75-76, ya convertido en ídolo de la afición, anota el gol 500 del club en Primera División. El equipo se mueve por la parte baja de la tabla, y termina jugándose la permanencia en la última jornada ante el Athletic en Altabix, partido en el que sólo valía la victoria. El partido se salda con un 3-1 que deja al Elche en Primera con dos goles de Rubén Cano, los dos primeros”.
Le llegaría el momento de jugar en un grande de España, porque lo compró Atlético de Madrid en donde estuvo seis temporadas. En su primer año (76-77) logró el título en la Liga de España y pudo mostrarse en las copas europeas durante varios torneos.
Su producción tentó al DT Ladislao Kubala para ponerlo en la Selección de España en 1977. Cano tenía la doble nacionalidad y además no había jugado partidos internacionales con el seleccionado argentino. El sanrafaelino aceptó la propuesta y terminaría disputando 12 encuentros internacionales (cuatro goles), incluido un partido del Mundial Argentina 1978, frente a Austria.
Un gol de Cano clasificó a España
El cotejo había despertado un interés inusitado y marcaría el final para Yugoslavia o España en el camino hacia el Mundial de 1978 en Argentina. El último partido del grupo 8 de las eliminatorias europeas clasificaba a una de las 16 selecciones, que jugarían la Copa del Mundo. 
Rumania ya había quedado sin chances y el empate o la derrota hasta por 1 gol de diferencia favorecía a los españoles, por eso los yugoslavos debían imponerse por dos goles de ventaja para clasificarse en el estadio Estrella Roja, también conocido como el Pequeño Maracaná.
España había quedado fuera de los mundiales del '70 y del '74 y ansiaba estar en Argentina. España perdió con Rumania 1 a 0, le ganó a Suiza de visitante 2 a 1 (un gol de Cano), luego superó en la revancha a Rumania 2 a 1 (otro gol de Cano) y llegaría el último partido
Los yugoslavos habían calentado el partido como si fuese una cuestión de guerra. La tensión se notaba por las calles de Belgrado y las palabras del DT de España, Ladislao Kubala, advirtieron al cuerpo médico de que “vigilara todo lo que ingerían los jugadores, por miedo a que los envenenaran”. El 30 de noviembre de 1977 se jugaría el partido trascendental y definitorio.
Los jugadores españoles sentían la presión con cada persona que cruzaban por Yugoslavia. Una crónica española resaltaba: “Pocas veces se ha visto en un campo de fútbol tanta hostilidad. Las gradas estaban repletas dos horas antes de empezar el partido y cuando los españoles salieron a calentar tuvieron que desistir, ante la lluvia de objetos. El himno nacional español casi no pudo oírse en medio del griterío general”.
Años después miembros de la delegación española contaron que “nunca sintieron tanto miedo sobre un terreno de juego. Los jugadores aparecían en los televisores de los españoles de la época, con cara de susto en medio de un escenario infernal. Ateridos del frío y acogotados por la presión ambiental, nuestros internacionales tenían todas las trazas de los corderos que enfilan hacia el matadero”.
Dentro de ese equipo español resaltaba la figura de Rubén Cano, el mendocino oriundo de San Rafael, que tenía la doble ciudadanía. 
Fue uno de los héroes del partido ante tanta violencia de los locales. Apenas iban 10 minutos cuando Pirri debió salir lesionado. Un español escribió: “Pero aquel equipo, aquella España, la formaban tipos de los que no se arrugaban. Los Camacho, Juanito, Migueli y compañía apretaron los dientes y a base de sudar sangre, aguantar patadas y provocaciones y achicar balones a destajo mantuvieron a España en el partido”.
A los 27' de la segunda etapa llegaría el gol de Cano en el silencio del estadio del Estrella Roja para el triunfo por 1 a 0. Desde San Rafael había llegado la clasificación. 
En el Mundial con camiseta española
Llegaría el Mundial de Argentina 1978 y fue un integrante de la delegación española. En el grupo 3 Estaba España con Brasil, Austria y Suecia. Sólo participaban 16 equipos en el torneo con diez europeos, tres sudamericanos, un asiático, un africano y México por la Concacaf.
Esa zona se disputó en Mar del Plata y la Capital Federal. En el estadio de Vélez Sarsfield los españoles jugaron el primer partido contra Austria el 3 de junio del '78 en el estadio de Vélez Sarsfield. Para España jugaron: Miguel Angel Gonzáles; De la Cruz, Asensi, Bernardo, Ruiz Bazán¸Cardeñosa (ST 1' Leal), Marcelino Pérez, Pirri; Rexach (ST 16' Castro), Cano y San José. Austria ganó 2 a 1. 
Después España y Brasil igualaron 0 a 0 en Mar del Plata y no jugó el nacido en Mendoza; para terminar con un triunfo español por 1 a 0, sobre Suecia en Mar del Plata, sin presencia de Cano. El equipo español terminó en la tercera posición y se volvió a Europa.
El sanrafaelino se convertiría en el 5° jugador nacido en Mendoza que participaría de una Copa del Mundo de mayores tras los pasos de Roberto Irañeta (Italia 1934), Francisco Lombardo (en Suecia 1958), Luis Artime (Inglaterra 1966) y Enzo Pérez (subcampeón en Brasil 2014). Además de Diego Pozo, que estuvo en el plantel argentino en Sudáfrica 2010, pero no jugó.
Su campaña en la península Ibérica
Hasta 1982 estuvo en Atlético Madrid para cerrar con 168 partidos jugados y 82 goles convertidos. Terminó su contrato con el Atlético de Madrid, al no llegar a un acuerdo para renovar y recibió una oferta para fichar por el CD Tenerife, de Segunda B, ofreciéndole el mismo dinero que cobraba en Atleti por seis meses.
Anotó 11 goles en 17 partidos y el equipo ascendió a 2ª División. En Tenerife permaneció durante dos campañas, marcadas por una lesión de ligamentos y por el declive de su velocidad. 
Con el Tenerife, en 1984, consiguió evitar el descenso a Segunda B. Cano se retiraría en el Rayo Vallecano, club en el que permaneció año y medio, con 35 años de edad, en 1987.
Volvería al Atlético para ejercer, durante 10 años, como secretario técnico de ese club. Y años después se radicó en Buenos Aires. Tiene 72 años y es de los pocos que pudo jugar con dos selecciones nacionales.
