Finanzas
Por Miguel Ángel Rouco
El promedio industrial Dow Jones cayó hoy 0,2% pero ganó 18,7% en el año, mientras que el índice ampliado S&P 500 retrocedió 0,3%, en la jornada y escaló 27% en 2021, al tiempo que el indicador tecnológico Nasdaq bajó hoy 0,6%, pero trepó en el año 21,4%, de acuerdo con datos proporcionados por el New York Stock Exchange (NYSE).
Todos los principales promedios arrojaron una rentabilidad de dos dígitos este año cuando la economía mundial comenzó su recuperación de los bloqueos del coronavirus en 2020, mientras que la Reserva Federal (FED) y el Banco Central Europeo (BCE) mantuvieron las medidas de estímulo financiero con tasas de interés muy bajas, pese al aumento de la inflación, derivada de los cuellos de botella en la cadena de suministros de insumos.
La mayoría de los analistas coincidió en que 2021 fue un año excepcional para los mercados de valores que encontraron un fuerte apoyo en las políticas de estímulos fiscales y monetarias tanto en los EE.UU. como en la Unión Europea.
Las sólidas ganancias corporativas estuvieron en línea con el aumento del precio de las acciones lo que llevó a dejar de lado cualquier tipo de consideración respecto a la formación de una burbuja especulativa.
El repunte económico y de ganancias que comenzó en 2020 se trasladó a 2021, llevando a los índices bursátiles a valores a máximos históricos.
El índice de referencia de la Bolsa de Nueva York, el S&P 500 registró 70 jornadas con máximos históricos, el segundo año con mayor cantidad de niveles topes, detrás de los 77 techos máximos alcanzados en 1995.
Los papeles de la energía, apoyados por el alza del petróleo y el sector inmobiliario fueron los sectores con mejor desempeño en el S&P 500 este año, con un aumento de más del 40% cada un, mientras que las acciones de la tecnología y las finanzas, de gran capitalización bursátil también aumentaron más del 30%.
Home Depot y Microsoft lideraron las ganancias del Dow, aumentando más del 50% cada una mientras que Alphabet, la matriz de Google, Apple, Meta Platforms, la empresa madre de Facebook, y Tesla lideraron las ganancias en el Nasdaq este año.
Las ganancias aumentaron incluso cuando la pandemia de Covid recrudeció tras la aparición de variantes como Delta y, más recientemente, Ómicron que provocan una mayor velocidad de contagios.
Sin embargo, la aparición de las vacunas contra el Covid-19 devolvió vitalidad a los mercados y dio un empujón a los inversores para la toma de riesgos.
Este año, los inversores debieron sortear un obstáculo que provocó más de una jaqueca: la inflación.
Pese a haber alcanzado niveles máximos para los últimos 39 años, el costo de vida fue una amenaza constante para la renta variable, ya que una modificación en la política de estímulos monetarios o una suba de la tasa de interés podría haber diluido las jugosas ganancias obtenidas durante este año.
Ahora la atención está puesta en los anuncios efectuados a comienzos de diciembre por parte de la FED, que anticipó un menor ritmo de compra de activos tóxicos y un ajuste de la tasa de interés de al menos tres movimientos durante 2022.
Precisamente, la lucha contra la inflación, la normalización de la cadena de insumos y suministros y el combate contra la pandemia, son los principales desafíos que deberán enfrentar los inversores y los operadores el año próximo.
En Europa, se operó hoy con leves bajas y con jornadas limitadas por los feriados en Milán, Madrid y Frankfurt, pese a lo cual, las bolsas dejaron en 2021, rendimientos muy superiores a los logrados en los últimos años.
El índice líder Euro Stoxx 50 ganó en el año 21%, mientras que el FTSE de Londres subió 14,3% ya que el Reino Unido fue uno de los países más afectados por la pandemia y por la salida de la Unión Europea.
El DAX de Frankfurt trepó 15,8% debido a los problemas que sufrió la industria alemana con los cortes en la cadena de insumos fundamentalmente desde China, al tiempo que el CAC 40 de París escaló 28,9%, como consecuencia de la recuperación de la energía y del consumo, en especial, en el rubro de los artículos de lujo, donde las compañías galas son líderes mundiales.
En el Mediterráneo, el IBEX 35 de Madrid registró la rentabilidad más baja de la zona euro, derivado de los problemas políticos que debió enfrentar la administración socialista, en tanto que el MIB de Milán avanzó 23%, como consecuencia de la sana administración financiera puesta en marcha por el premier italiano Mario Draghi, expresidente del BCE, tras la crisis política.
