La tendencia de llevar el cabello canoso está en auge desde hace un tiempo. Han surgido diversas técnicas de coloración para aquellos que desean exhibir sus canas, ofreciendo una transición gradual hacia el color base del cabello.
Un ejemplo de estas técnicas son las mechas "espiga" (herringbone highlights), las cuales aprovechan las canas sin recurrir a tintes completos que requieran visitas mensuales a la peluquería o enfrentarse al crecimiento constante. Estas mechas utilizan colores para disimular las canas mediante una superposición de tonos escalonados, logrando un resultado natural y difuminado que integra gradualmente los cabellos grises.
Figuras como Sarah Jessica Parker y Jennifer Aniston han adoptado este método, luciendo espléndidas gracias a esta técnica. Para aplicar estas mechas, se sigue un patrón en forma de espiga mediante secciones finas de cabello, lo que permite crear matices que disimulan las canas de manera efectiva.
La elección del color es crucial: se selecciona uno similar al color base o ligeramente más claro para integrar las canas de manera armoniosa. La destreza de quien lo haga es esencial para personalizar el color en cada caso, evitando la necesidad de retocar las raíces constantemente.
Este método tiene la ventaja de cuidar más el cabello al reducir la exposición a productos y decolorantes, que son comunes en las técnicas tradicionales de iluminación del color base. Aquí, las mechas se realizan con color, preservando la salud capilar y evitando reacciones no deseadas del cuero cabelludo.