Historias de por acá
─Recomiendo esta forma de viaje. Pero, principalmente, recomiendo viajar de cualquier manera. Recomiendo salir de la zona de confort, salir a descubrir el mundo y descubrirse a uno mismo. Uno aprende mucho cuando viaja. Todos deberíamos hacer al menos un viaje, alguna vez en la vida.
Gonzalo Zamorano dice esto con entusiasmo, con la seguridad de que está recomendando algo que sería beneficioso para todos. Que todo funcionaría mejor, que todos seríamos más felices si viajáramos con frecuencia o, como dice Gonzalo, al menos una vez en la vida.
─Cuando hablo de viaje, no hablo de hacer turismo. Hablo de dar rienda suelta a la aventura, de soltarse y estar abierto a todo lo que el camino nos ofrece, que siempre suele ser maravilloso─, insiste. 
Gonzalo Zamorano es un viajero por naturaleza. Su domicilio familiar y lugar de nacimiento es Rodeo del Medio, en Maipú, Mendoza. Pero el estado natural de Gonzalo es el de viajero, en la ruta, en el camino, andando.
Primero fue mochilero durante varios años y ahora, desde hace unos siete, es referente de la modalidad ciclística que más crece y que es sensación en el mundo: el Bikepacking.
─¿Qué es el bikepacking?
─Es una modalidad que surge del cicloturismo. Es una manera de viajar en bicicleta mucho más minimalista ─cuenta Gonzalo, que compara el bikepacking con aquella del cicloturismo, armando una bicicleta con grandes alforjas. 
─Estas son alforjas pequeñas. Se reduce el peso y el equipamiento es mucho más técnico. Eso nos permite llegar más fácilmente a lugares remotos e inhóspitos, de difícil acceso. Nos permite andar por lugares increíbles, entrar en contacto con la naturaleza forma muy cercana, llegara aldeas donde solo viven un puñado de personas, donde el turista convencional no llega y se aprende el verdadero significado de la palabra hospitalidad.
─¿Cuándo empezaste con esto y por qué?
─Comencé unos 7 años atrás, luego viajes como mochilero durante tres años por sudeste asiático, por Nueva Zelanda, Nepal, Australia… En esos viajes había visto muchísima gente que viajaba en bicicleta. Me atrajo mucho esa idea de ser autosuficiente, cargar la casa con uno, con todo lo que necesitara para atravesar paisajes y regiones y sobrevivir a los desafíos que uno puede encontrar en el camino. Y el bikepacking permite eso, sin limitar los sitios por los que uno puede viajar. 
Gonzalo, que cumplirá 40 años en septiembre y que ha hecho de viajar una forma de vida, repasa sus experiencias sobre la bicicleta.
─Ahora, luego de la pandemia, me establecí mucho acá, en el país, en Mendoza, viajando por acá. Pero estuve tres años viajando por la Patagonia chilena, la carretera austral, el norte de Chile, el desierto de Atacama… Conozco mucho Argentina, casi toda la ruta 40. Crucé a Bolivia dos veces y también a Perú. Estuve mucho en Colombia, durante tres años, disfrutando mucho de la hospitalidad de su gente. También estuve en España, y Portugal. 
─¿Cuál es tu próximo viaje?
─La próxima gran expedición es recorrer Bolivia, empezando por el norte argentino, por Humahuaca y cruzar por La Quiaca hacia Bolivia. Pretendo hacer una ruta circular. Viajar por gran parte del altiplano boliviano, su cordillera, en un recorrido que me llevará unos cinco meses. Pretendo estar de regreso en diciembre.
─¿Cuál es el lugar o la ruta que más te ha impresionado?
─Ha sido la ruta del norte argentino, en la Puna. En los últimos años he disfrutado mucho de la altura. A pesar de que es un lugar muy inhóspito y suelo pedalear a más de 3.500 o 4.000 metros de altura. Me han impresionado mucho esos lugares. Es una sensación hermosa poder estar ahí. Viajando durante días sin ver a nadie. Es como estar visitando otro planeta. 
─¿Cuál ha sido tu experiencia más linda?
─Ha habido muchísimas. Pero puedo decir qué en las mejores experiencias, siempre hay una persona relacionada con ella. Siempre hay alguien que, relacionado con el entorno, hace un combo perfecto. Siempre hay una persona involucrada en mis recuerdos más lindos. Las personas son las que le dan valor al viaje. 
─¿Y cuál ha sido la experiencia más traumática?
─No todo es color de rosa en un viaje. Se pasan momentos duros, a veces por el clima, a veces por una rotura, o por hambre. Pero no son malas, son solo experiencias. Son esas cosas que te permiten después disfrutar de lo demás con más intensidad.
─¿De qué vivís? ¿Cómo financiás tus viajes?
─Al principio trabajé en el camino: En una hotelería, en restaurantes, en tareas de campo, en la construcción, en madera. También estuve vendiendo postales. Una de las formas muy efectivas de trabajo fue hacerlo en el mismo camping donde paraba. Ahora cuento con el apoyo de varias marcas, como el de mi bicicleta, Venzo Argentina. También de las que me proveen el material de viaje, el equipamiento, las marcas me ayudan con el material de camping, la indumentaria, los dispositivos GPS. Además publico cada tanto en alguna revista de edición digital y también recibo el apoyo de mis seguidores en las redes. 
Gonzalo Zamorano tiene 39 años. El próximo 2 de septiembre cumple 40.
Eduardo, su padre, lo ha definido como “un chico muy tranquilo, solidario, muy poco egoísta, que siempre tuvo inclinación por el arte”.
Gonzalo es el segundo de 8 hermanos. “Gonzalo es el mayor de los varones y siempre estuvo atento a sus hermanos, a sus necesidades. Siempre tuvo una actitud de cuidado y solidaridad con ellos”, dice su padre. “Más que el deporte, a él siempre le gustó lo artístico. Desde chico, pintaba y dibujaba muy bien. Fue algunos años a la Escuela de Bellas Artes y se sentía muy bien”, recuerda Eduardo. 
En plena crisis de 2001, Zamorano padre se fue a España. Allí consiguió trabajo en un matadero de cerdos. En el 2003 Gonzalo se fue con él y al poco tiempo comenzó a trabajar en el mismo lugar, en las cámaras frigoríficas. Unos años después llegó a ser el encargado de ese sector, en esta empresa de Barcelona. “Siempre tuvo espíritu aventurero y, después de varios años, decidió renunciar e irse de viaje. Le gusta mucho la fotografía y le atraía mucho esa parte de Asia”.
Gonzalo cuenta que “he tenido la suerte de conocer gran parte del centro de Europa: Londres, Alemania, Francia, Italia, Portugal… También conozco algo de Oceanía. Estuve recorriendo gran parte del Sudeste Asiático. He pasando por Tailandia, Laos, Camboya, Singapur, Malasia, Birmania, Indonesia, Vietnam…”.
El sábado 25 de abril de 2015, a las 6.11 AM, horario del meridiano de Greenwich, un terremoto de 7,8 en la escala Mercali sacudió Nepal. En ese momento el mendocino realizaba una caminata por el Annapurna, un macizo de la cordillera del Himalaya, a unos 150 kilómetros de Katmandú.
Los días siguientes Gonzalo ayudó en lo que pudo e hizo un registro fotográfico tremendo de lo ocurrido.
Después, vinieron los viajes en bicicleta. 
Las redes de Gonzalo Zambrano
