Miedo e incertidumbre
Producción periodística: Diego Musa, Nina Andrea Lesik y Emanuel Vallejos
General Alvear es la segunda localidad del pais con mayor cantidad de inmigrantes ucranianos, los cuales han formado parte del crisol de razas que componen la argentina moderna y han sido fundamentales para el desarrollo de distintas actividades económicas. Hoy, con su país sumido en una guerra, el relato de los ucranianos con familiares en la zona del conflicto es fundamental para comprender el estado de situación que se vive en el lugar que tiene en vilo al mundo entero.
Si bien el conflicto entre Rusia y Ucrania está en curso desde 2014, con la invasión del ejército que responde al Kremlin y en consecuencia su escalada militar han generado que cerca de 100.000 ucranianos se desplacen a países vecinos abandonando sus hogares.
Viera, quien tiene familiares que viven de cerca la contienda militar, se mostró preocupada por las consecuencias que han dejado los primeros días de enfrentamientos: "Mi hermana y mis sobrinos viven en una de las ciudades de Dombás, en el limite con Rusia, donde se sienten las explosiones", expresó y en la misma línea comentó que en el último contacto que tuvo con ellos le contaron que "tienen mucho miedo porque no saben a donde ir. La situación es muy difícil y tienen mucho miedo".
La guerra no se libra únicamente en las calles desiertas de una Ucrania horrorizada sino que este grave conflicto está acompañado por un gran flujo de informaciones. Pese a las distintas narrativas de ambos bandos de la contienda para justificar su acción, son los ucranianos los que reflejan las consecuencias reales del conflicto: "Se dividió la opinión porque algunos piensan que Ucrania tiene la culpa y otros que la culpa la tiene Rusia. Para mí es Vladimir Putin el que ambiciona anexar Ucrania. Hay mucha mentira en todo esto y sabemos que hay gente que piensa que el presidente ruso va a salvar a nuestro país por su apoyo a los rebeldes pero otra parte quiere una Ucrania unida que es la que apoya EEUU, aunque terminan siendo sus títeres", manifestó Schershnieva.
En lo personal confesó: "Me duele mucho porque es mi país, es precioso y tranquilo", resaltó Viera, quien hace más de 15 años que no regresa a Ucrania y anhela que haya un desenlace a este evento que afecta a millones de personas. Sin dudas el reencuentro es el esperado epílogo de un triste capítulo más en la historia de la raza humana, que parece no haber aprendido nada de los acontecimientos pasados.
