Mendoza Ayer y Hoy
Aunque no existen fotografías de cómo era la Mendoza colonial, los dibujos de la época nos muestran algunas de sus características. El centro político y comercial de la ciudad se asentaba en la zona que hoy se conoce como Área Fundacional. Una plaza central, hoy llamada Pedro del Castillo, estaba rodeada de edificios de adobe, varias iglesias y el cabildo. Allí José de San Martín gobernó Cuyo entre 1814 y 1816. Al año siguiente, en dicha plaza el Libertador nombró a la Virgen del Carmen patrona del Ejército de Los Andes. 
Corría el año 1861, la Argentina estaba convulsionada por las guerras internas. Sin embargo, los mendocinos se preparaban para celebrar Semana Santa ya que aquel 20 de marzo era Miércoles de Ceniza según la tradición católica. Pero pasadas las 20.30 Mendoza se sacudió como nunca. Un terremoto de 7,5 en la escala Richter y 9 en la Mercalli demolió la ciudad de barro en pocos segundos. 
Las construcciones de adobe se derrumbaron sobre sus habitantes, que a esa hora de la tarde se encontraban cenando o descansando. Además, ya se habían encendido los candiles de kerosén y las velas que la gente usaba para iluminar sus casas, lo que provocó numerosos incendios. Como si fuera poco, los escombros caídos sobre las acequias provocaron que el agua se desbordara. Fue así que muchas personas atrapadas en los derrumbes murieron quemadas o ahogadas. 
Además de las viviendas particulares, también se vinieron abajo edificios públicos e iglesias. El cabildo se derrumbó matando a los tres pequeños hijos del gobernador Laureano Nazar y él salvó su vida por milagro. La basílica de San Francisco también sufrió las consecuencias y en la actualidad se discute si, por la Cuaresma, estaba repleta de fieles o estaba vacía. Lo cierto es que hasta el día de hoy sus restos son tristes vestigios de la tragedia. 
Los testimonios de la época cuentan que era imposible distinguir las calles en medio de los escombros y que se dificultaba el paso de los caballos con socorristas, todo ello en medio de los gritos de las personas atrapadas y de los heridos. Para tener una idea de la magnitud de la tragedia, se calcula que murieron entre cuatro y cinco mil personas, cuando la población total de la provincia no llegaba a las 12.000. Un dato escalofriante, pero faltan muchos más. 
Los restos de la iglesia de San Francisco han sido preservados y se transformaron en una postal característica de la provincia. Incluso se convirtieron en un atractivo turístico. Ahora, conociendo estos datos, es probable los veas con otros ojos. 
El terremoto dejó muchas otras consecuencias. Datos perturbadores, curiosidades y hechos pocos conocidos que compartiremos en la próxima nota.
Hasta nuestro próximo encuentro en el que daremos un paso atrás en el tiempo, recuperando nuestro pasado en imágenes.
