LARGAS FILAS DE VEHÍCULOS
La gran cantidad de compradores chilenos que llegan a la ciudad de Mendoza para aprovechar la situación favorable cambiaria, está generando importantes demoras en la frontera. La aduana está repleta de turistas, lo que sumado a la gran cantidad de trámites que se deben realizar para controlar el ingreso de mercadería, provoca largas filas y esperas que pueden llegar a varias horas.
La situación es especialmente crítica durante los fines de semana y feriados, cuando el número de compradores aumenta considerablemente. Muchos de ellos vienen en vehículos particulares, lo que complica aún más la tarea de los agentes de control.
A pesar de que se han tomado medidas para agilizar los procesos, como la implementación de un sistema de preinspeccion en algunos puntos de la frontera, la demanda sigue siendo alta y la espera se hace interminable.
Los comerciantes locales, por su parte, están viendo un aumento importante en sus ventas gracias a la llegada de los compradores chilenos. Sin embargo, también se ven afectados por las demoras en la frontera, ya que muchas veces no pueden recibir la mercadería a tiempo. Además, algunos han denunciado la presencia de vendedores ambulantes que ofrecen productos de contrabando, lo que perjudica la imagen de la ciudad y afecta la competencia leal.
La situación se ha vuelto cada vez más compleja en los últimos meses, y se espera que continúe así durante un tiempo. Las autoridades están trabajando para encontrar soluciones que permitan agilizar los procesos de control sin descuidar la seguridad sanitaria de la población. Por lo pronto, se recomienda a los compradores que planifiquen sus viajes con anticipación y que respeten las medidas de seguridad dispuestas en la frontera.
