La masonería no es solo parte del pasado, de la historia. Hoy hay cuatrocientas logias en la Argentina con 14.000 miembros activos, número que crece mes a mes. En Mendoza ocurre lo mismo.
Se podría decir que la masonería está más tan viva como hace trecientos años, quizá más viva que nunca, esto potenciado a una postura muchísimo más abierta, al menos en Argentina. Hay mujeres masonas, jóvenes masones, obreros. También ha comenzado a despejarse la niebla que ocultaba a las logias, sus prácticas y sus pensamientos. Ha dejado de ser todo elitista, masculino y oculto.
“La masonería tiene mucho para aportar a la sociedad, como organización y a través de sus diferentes miembros. Entonces, como no tenemos nada que esconder, es que realizamos actividades públicas, eventos y le informamos a la sociedad mucho de lo que hacemos”, dice Diego Comba, quien es responsable en el país del área de prensa y comunicación de la Masonería Argentina.
La masonería llega a Mendoza con el Ejército de los Andes.
Si bien hay sectores que discuten que José de San Martín haya sido masón, para los masones esto está claro. Lo que está fuera de discusión, debido a documentación histórica, es que la Logia Lautaro llegó con él y sus hombres.
Las logias lautaristas eran (quizá aún corresponde hablar en presente) logias masónicas irregulares y operativas. Las logias operativas, surgidas a partir de 1717, fueron que poseían un programa a alcanzar y, una vez alcanzado, se debían disolver. La Logia Ejército de los Andes fue una de ellas.
No se tienen mayores datos de ella, pero constan los dichos del Coronel Manuel de Olazábal al Gran Secretario de la Gran Logia de Argentina, Manuel J. Langenheim. Olazábal le escribe: “[...] la Logia de Corrientes se fundó en 1834 y de ella formaron parte el Gobernador Berón de Astrada y otras prominentes figuras de la Provincia y del Ejército Libertador. Yo fui iniciado en la Logia del Ejército de los Andes, al igual que mi hermano Félix”.
El profesor e historiador mendocino Jesús Morales concuerda con esto: “Las primeras logias lautarinas son las de la Independencia y muchos de los integrantes de quienes integraron el Ejército de los Andes tienen simbología masónica en sus tumbas. Además, los principios de igualdad, libertad y fraternidad son principios masónicos”.
Luego Morales avanza algunas décadas e indica que aquel germen de masonería se refuerza en 1861, después del terremoto: “La Logia Unión Fraternal Número Uno, de Chile, colaboró con fondos para asistir a los perjudicados y a toda Mendoza y luego también la masonería en la provincia crece con la llegada del ferrocarril y también con la Generación del 80”.
Hay documentación que confirma que la Logia Joven Mendoza fue la primera en la provincia. En los registros de la Gran Logia de Argentina de Antiguos y Aceptados Masones está inscripta como “Jovene Mendoza” (sic), tratando, al parecer, de emular al movimiento de la Joven Italia. “Esta Logia mendocina se fundó el 4 de abril de 1870, poseyendo el número 35 del registro de la Gran Logia de Argentina”, se indica en el libro La Masonería en Mendoza.
La masonería en Iberoamérica tuvo un muy marcado sentimiento anticlerical que la llevó a estar en un permanente conflicto con la Iglesia Católica. El sentimiento, en general, no era anticatólico por sí mismo. Más bien era un enfrentamiento porque los masones siempre propusieron un Estado laico.
Esto explica por qué la simbología en las tumbas masónicas está disimulada. También por eso se preservaba los nombres de sus integrantes, para que no fueran excomulgados. Todo esto pese a que hubo integrantes de la Iglesia católica que fueron masones. Incluso hay documentación que indica que el Papa Pío X fue masón.
Un ojo entrenado o con conocimiento, puede detectar hoy en Mendoza diversos símbolos masónicos en casas, colegios, cementerios y hasta en la Legislatura.
El presente de la Masonería
Diego Comba tiene 47 años y es periodista y comunicador. Es el actual Gran Secretario de Comunicación de la Masonería Argentina, presidida por el Gran Maestre Pablo Lázaro.
Como todo masón, su trabajo para la Logia es un voluntariado, es decir que no cobra por él.
Dispuesto a la charla, responde algunas consultas de Diario Mendoza.
─La masonería en Argentina es más abierta ahora. ¿Por qué?
─La masonería tomó la decisión de mostrarse más a la sociedad desde el 2008 durante la Gran Maestría de Ángel Jorge Clavero y la actual gestión, conducida por Pablo Lázaro, profundizó esa decisión porque la masonería tiene mucho para aportar a la sociedad, como organización y a través de sus diferentes miembros. Entonces, como no tenemos nada que esconder, es que realizamos actividades públicas, eventos y le informamos a la sociedad mucho de lo que hacemos. Es una organización discreta con un método de enseñanza que se apoya en principios fundamentales de libertad, igualdad y fraternidad y aporta herramientas morales y de conocimientos en diferentes áreas y es además un lugar donde conviven todas las aventuras del espíritu, en armonía y con capacidad de poder debatir ideas, no personas.
─En estos tiempos tan complejos del país, ¿cuál es el rol de la masonería y cuál su postura?
─La postura de la masonería es la misma que aplica en su método con sus miembros, el diálogo respetuoso, la tolerancia, la fundamentación en los debates de ideas, el respeto entre las personas. El método de la masonería, donde conviven personas de todas las religiones y casi todas las ideologías políticas, demuestra que se puede convivir en paz.
─¿Los jóvenes se interesan por la masonería, por sumarse?
─Sí, cada vez más jóvenes se acercan más a la masonería porque justamente resulta un lugar interesante en donde pueden obtener conocimientos y desarrollar habilidades, como el librepensamiento, o el pensamiento crítico, que quizás no encuentren en otros lugares, porque justamente los masones nos nutrimos de personas que piensan diferente unos de otros, porque aprendemos también de las diferencias.
─¿Cómo es la relación de la masonería argentina con el resto de las órdenes de otras partes del mundo?
─La relación es institucional con todas. La Masonería argentina es parte de la Confederación Masónica Interamericana y estamos en permanente contacto con otras Grandes Logias con quienes nos reunimos en diferentes oportunidades a pensar el futuro de la Masonería y cómo seguir trabajando para mejorar nuestras instituciones
─¿Cómo se suma hoy una persona a la masonería?
─Cualquier persona que básicamente tenga más de 18 años, no tenga conflictos con la ley y no tenga pensamientos dogmáticos y totalitarios, puede incorporarse a la masonería sea a través de la invitación de un miembro o a través de un formulario en la página web www.masoneria-argentina.org.ar y luego se procede a realizar el trámite administrativo correspondiente.
─¿Podés nombrar personajes públicos actuales que sean masones?
─Cada persona es la que puede o no develar su condición de masón, no puedo hacerlo yo, pero por ejemplo de personas públicas que sí fueron masones en la historia de la Argentina te puedo mencionar a todos los miembros de la Primera Junta, menos Miguel De Azcuénaga; José de San Martín, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Hipólito Yrigoyen, Justo José de Urquiza, Victorino de la Plaza, Roque Sáenz Peña, Raúl Alfonsín, Juan Domingo Perón, entre otros tantos.
─¿Cuántos masones hay actualmente en Argentina?
─Hoy en todo el país hay alrededor de 14 mil miembros activos, distribuidos en unas 400 logias. El número exacto de personas activas se va modificando mes a mes, porque siempre tenemos nuevos ingresos.
─¿Cómo es hoy la relación de los masones con el poder? ¿Los escuchan, tienen alguna influencia?
─Mantenemos reuniones informativas con muchas personas en todo el país, pero no trabajamos para tener influencia ni para dar consejos o decir cómo tienen que hacer las cosas. Ofrecemos un ámbito neutral de debate si lo quisieran y si necesitan tener la visión de la Organización sobre algún o algunos temas en particular se las hacemos llegar y para eso realizamos las consultas pertinentes a los miembros de la institución, o a través de diferentes áreas que tenemos y que se dedican al estudio de cuestiones específicas como Educación, Ambiente, Ciberseguridad y otros.
Así se definen
La masonería es una institución esencialmente filosófica, filantrópica y progresista. Es filosófica porque orienta al hombre hacia la investigación racional de la leyes de la Naturaleza; invita al esfuerzo del pensamiento que va desde la simbólica representación geométrica hacia la abstracción metafísica; busca la reflexión filosófica, la penetración del sentido espiritual del movimiento de la Historia; contempla en cada tiempo histórico las nuevas inspiraciones doctrinarias y asimila, de cada sistema filosófico, lo que pueda significar el aporte al patrimonio de la Verdad abstracta, más allá del tiempo y del espacio.
Es filantrópica porque practica el altruismo, desea el bienestar de todos los seres humanos y no está inspirada en la búsqueda de lucros personales de ninguna clase. Sus esfuerzos y sus recursos están dedicados al progreso y felicidad de la especie humana, sin distinción de nacionalidad, razas, sexo ni religión, para lo cual tiende a la elevación de los espíritus y a la tranquilidad de las conciencias, algunos apóstoles de la Orden han expresado en frases sintéticas el espíritu ecuménico que anima a la masonería : “Toda la especie humana es una sola familia dispersa sobre la faz de la tierra; todos los pueblos son hermanos, y deben amarse unos a otros como tales. “Desdichados los impíos que buscan una gloria cruel en la sangre de su hermano!” (Ramsey, 1725).
Es progresista porque enseña y practica la solidaridad humana y la absoluta libertad de conciencia. La masonería tiene por objeto la búsqueda de la Verdad, desechando el fanatismo y abordando sin prejuicios todas las nuevas aportaciones de la invención humana; estudia la moral universal y cultiva las ciencias y las artes y no pone obstáculo alguno en la investigación de la Verdad.
Además aclaran que la masonería no está afiliada ni puede afiliarse a ninguna religión determinada. Elevándose sobre toda clase de discusiones, ofrece a los amantes de la Verdad el terreno más apropiado para la inteligencia mutua y la unión fraternal. No reconoce en la investigación científica ninguna autoridad superior a la Razón Humana y rechaza, por tanto, las verdades reveladas que aceptan las religiones positivas. Admite en su seno a personas de todos los credos religiosos, sin distinción, siempre que sean tolerantes y respeten todas las opiniones sinceramente profesadas; es decir: exentas de fanatismos, egoísmos y supersticiones.
Masones en la historia
En Mendoza hay muchos masones que son parte de la historia provincial. Agustín Álvarez, Emilio Civit y Tiburcio Benegas son solo algunos.
La historia nacional también está poblada de masones: Rivadavia, López y Planes, Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Sarmiento, Juárez Celman, Pellegrini, Manuel Quintana, Figueroa Alcorta, R. Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen, Agustín P. Justo, es apenas una mínima parte de la lista.