Impresionante
Supo ser uno de los atractivos turísticos más importantes. Era un club de pesca deportiva, balneario y tenía una importante reserva de flora y fauna. Producto del cambio climático, en la actualidad está seco y a punto de extinguirse.
La desaparición de humedales es un fenómeno que se viene dando a nivel mundial desde hace muchos años. El cambio climático ha permitido que se vayan extinguiendo a pesar de ser un hábitat único y vital para los seres vivos. Tal es el caso de algunas lagunas mendocinas que se han ido secando, como la del Pique Club de General Alvear, un lugar que supo ser un gran atractivo turístico pero que en la actualidad está totalmente vacío.
El club fue fundado en el año 1958 con el objetivo de realizar pesca deportiva y aprovechar el espejo de agua para utilizarlo como balneario. Miles de familias asistían a disfrutar de un espacio único que además permitía realizar deportes acuáticos y hasta paseos en canoas. Además, era un gran reservorio de flora y fauna.
Producto de la sequía, a partir del año 2000 el club dejó de funcionar. La laguna fue vaciándose hasta el día de la fecha en que está prácticamente seca. Los alrededores de la zona también sufrieron las mismas consecuencias, donde hay fincas en estado de abandono.
“Es una realidad lamentable, en todo el mundo está ocurriendo una notable disminución de los humedales. Esto se debe a las grandes sequias que estamos teniendo en la zona, aunque es fluctuante con el paso del tiempo, cada 5 o 6 años se acumula agua, luego se va secando. Estas lagunas se llenaban con agua subterránea, agua de riego y lluvia”, explicó el biólogo Andrés Torres, quien aclaró que este fenómeno también está ocurriendo en la laguna El Trapal, ambas ubicadas a metros de ruta 143.
“En el Pique Club había microorganismos que eran aprovechados por los flamencos rosados, pero la sequía afecta directamente al desarrollo de esos microorganismos y tiene un efecto directo hacia un tipo de especie muy particular que está en cierto grado de amenaza en Argentina y en el mundo”, detalló Torres.
Respecto a revertir la situación de este humedal en particular, el biólogo manifestó que el accionar humano puede ayudar mucho. “Se podría reforestar la zona con especies adecuadas que generen cambio del suelo y del microclima, esperanzas siempre hay”, dijo Andrés Torres, quien explicó que van a seguir dándose fluctuaciones como hace 20 años, donde sube y baja el agua, pero cada vez se va a ir llenando de menos agua hasta llegar a un punto que puede desaparecer por completo.
Producción periodística: Diego Musa, Nina Andrea Lesik y Emanuel Vallejos
