Debate nacional
La OMS menciona que las lesiones causadas por el Tránsito son consideradas una epidemia y afecta principalmente a niños y jóvenes de entre 5 y 29 años, y es la primera causa de muerte en esta franja etaria.
Nuestra Sociedad (www.saes.org.ar) apoyo y auspicia la Segunda Decada de acción para la seguridad vial 2021 – 2030 que Dispuso la Asamblea General de las Naciones Unidas que Invita a legislar sobre (todos) los principales factores de riesgo, como la no utilización de cinturones de seguridad, sistemas de sujeción infantil y cascos, la conducción en estado de ebriedad y el exceso de velocidad, y de poner en práctica leyes adecuadas, efectivas y basadas en datos empíricos o científicos sobre otros factores de riesgo relacionados con la disminución de facultades o las distracciones durante la conducción.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) edito “Beber y conducir: Manual de seguridad vial para decisores y profesionales” Washington, D.C.: OPS, © 2010 un Libro con un análisis exhaustivo del tema.
Estamos de acuerdo en evitar el componente de siniestralidad de nuestras bebidas alcohólicas consumidas en exceso.
Porque los usuarios de la vía pública alcoholizados están expuestos a un riesgo muy alto de verse involucrados en un accidente.
Estudios efectuados en países de ingresos bajos y medianos revelaron la presencia de alcohol en la sangre de entre 4% y 69% de los conductores, entre 18% y 90% de los peatones y entre 10% y 28% de los motociclistas lesionados en accidentes de tránsito.
Según el Observatorio Vial de la ANSV, y de acuerdo a un informe sobre controles de alcoholemia, el 9,4% de 48.780 conductores controlados superaba los límites de alcohol en sangre permitidos por la ley.
En la mayoría de los países de ingresos altos, alrededor de 20% de los conductores que sufren lesiones mortales presentan una alcoholemia superior a la permitida por la ley. En contraste, en países de ingresos bajos y medianos han revelado que entre 33% y 69% de los conductores que sufrieron lesiones mortales y entre 8% y 29% de los conductores que sufrieron traumatismos no mortales habían consumido alcohol antes del incidente
Los menores de 35 años son los más propensos a beber y conducir. 3 de cada 10 jóvenes conductores admitió haber manejado bajo los efectos del alcohol. El 43% de las víctimas viales fatales en el último año fueron jóvenes de entre 15 y 34 años.
En un estudio (2016 y 2018 en 38 municipios de 16 provincias de todo el país) y los jóvenes de entre 25 y 34 años fueron quienes representaron el mayor porcentaje de las alcoholemias positivas (12,7%).
Sin embargo, un estudio sociocultural de ese año revelo que el 93% de los conductores de vehículos declaró saber que beber y conducir aumenta el riesgo de protagonizar un siniestro vial. Pero el 20% asumió haber conducido un vehículo bajo los efectos del alcohol. Este valor asciende a 3 de cada 10 en jóvenes entre 16 y 35 años.
¿Por qué beben hasta excesos peligrosos nuestros Jovenes?
Porque se le atribuye al alcohol, tabaco y drogas de abuso y a su exceso un rol de factor social de inclusión, que los hace integrarse a sus grupos y les genera una sensación de liberación.
También predomina un sentimiento de excepción, es decir, la suposición de “a mí no me va a pasar”, situación que potencia la decisión de conducir luego de beber, bajo una falsa creencia de control de la situación.
Y por último, porque sienten que no serán controlados y/o sancionados por conducir bajo los efectos del alcohol, ya que perciben en la Sociedad una ausencia de control, o que bien, y una posibilidad de evitar fácilmente los controles.
El alcohol es nocivo en niños y embarazadas.
Pero el Vino por sus características de ser la primera bebida fermentada para uso alimentario de la Poblacion, con miles de años de Historia es un ALIMENTO, frente a todas las otras formas de bebidas.
El vino tuvo y tiene una connotación de carácter religioso. El hombre siempre lo relaciono con lo sobrenatural y es para Pasteur: El vino es la más sana, e higiénica de las bebidas
Hipócrates lo considero un medicamento: “Encuentro al vino maravillosamente apropiado, tanto para el hombre sano, como para numerosos enfermos”. Desde Galeno, se lo considero un alimento. Confucio dijo: “Para el vino no hay término fijado; pero no hay que beber hasta la embriaguez”.
Esta dotado de cualidades sensoriales, de un cierto tono emocional, excitantes del apetito, que cumple una función de nutrición. Es un Protector del organismo del daño oxidativo; (producción de envejecimiento), cuando la alimentación no es balanceada.”
Hoy una base de la Nutrición, es la Seguridad Alimentaria. Y eso incluye Educación alimentaria con respecto a bebidas alcohólicas y al vino, que debe llevarse a cabo teniendo en cuenta, que los hábitos adquiridos son difíciles de modificar. La utilización del vino debe cultivarse y culturizarse dentro de un régimen equilibrado armónico y adecuado.
Es conocido que su consumo sobrio esta relacionado con la menor mortalidad cardiovascular en algunas poblaciones de Francia y Estados Unidos. Se acepta su rol preventivo del Vino (“la paradoja francesa”) frente a niveles de altos de colesterol debido al consumo de alimentos grasos como manteca, leche entera, y quesos grasosos.
Estos es debido a los polifenoles (moléculas presentes en el vino; especialmente en el tinto; potentes antioxidantes). El consumo de estos antoxidantes protege las células del daño oxidativo y al organismo, de enfermedades. Además, del efecto antioxidante, también puede aumentar la cantidad de colesterol bueno HDL o pesado, y disminuir la posibilidad que las plaquetas de la sangre, tapen los capilares originando un enfermedad vascular cardiaca, cerebral o renal.
La Ley deberá considerar en su aplicación un Control eficiente. Esta mostrado que Valores de alcoholemia varían según los horarios y los lugares en que se controlan
La exigua cantidad actual de Controles, de equipos para medir Alcohol en aire espirado o en sangre (Alcoholimetros), Las dificultades de su manejo y muchas veces el Uso incorrecto, estatico, en puestos de control fijos es insuficiente.
Por otro lado hay dificultades al presente en las mediciones de 0,2 gramos de alcohol dado que esta cifra puede estar presente en comidas copiosas, exceso de azúcar y en diabéticos y otras afecciones cetocicas.
Carlos Trad Fager - Sociedad de Medicina del Trabajo
