La muerte de Nidia Angulo es un hecho aberrante, doloroso y fundamentalmente difícil de entender, lo último tiene que ver con las características y ribetes del crimen.
La homicida ingresó a una dependencia policial durante la madrugada del viernes, nadie percató de su presencia y peor aún, dentro de la institución no habían cámaras de seguridad.
Nidia tenía 30 años, estaba de guardia en la subcomísaria de El Sauce el viernes pasado en la madrugada, en un momento se quedó sola en la oficina, sus compañeros salieron a patrullar, en ese instante la asesina ingresó por la puerta trasera de la unidad y la ejecutó.
¿Discutieron?, ¿hubo pelea?. ¿la sorprendió durmiendo?, nadie lo sabe, ya que en el interior ni exterior de esa subcomísaria hay elementos tecnológicos que colaboren con la investigación de lo sucedido esa fatídica madrugada.
Lo cierto es que perfectamente podemos concluir, que si existieran cámaras de seguridad en el lugar, Angulo se hubiese dado cuenta que iban a ingresar donde estaba de guardia en la absoluta soledad, y si en realidad justo en ese momento dormía, el asesinato de Nidia se esclarecía de manera inmediata.
Es insólito pensar que más del 70 por ciento de los edificios de la fuerza no posean algo tan importante y elemental para la seguridad como es la instalación de un sistema que grabe de manera permanente los movimientos dentro y fuera de las dependencias.
Todos sabemos que hasta las pequeñas despensas de barrio poseen cámaras, el fin, precisamente disuadir y en caso de robo tener un elemento clave para la investigación.
LLEGARAN 700 CAMARAS EN DISTINTAS ZONAS
Más de 700 cámaras de última tecnología llegaran a la provincia para reemplazar las que actualmente están en servicio, fundamentalmente en la zona sur y centro de Mendoza.
Que bueno sería que los responsables de ejecutar las políticas de seguridad tomen la decisión de proveer de estos elementos a las dependencias de todas las localidades de la provincia, ya que la muerte de Nidia desnudo la vulnerabilidad de los efectivos incluso dentro de la propia comisaría, en realidad que no haya desde hace tiempo un sistema de grabación, es un grave error que causa vergüenza.