Es hoy..
Ya no se trata de partidos políticos, ideologías, proyectos o planes de gobierno. La discusión es menos abstracta y mas terrenal, menos filosófica y más material.
Estamos atascados en diversas calles sin salida porque las mentes de nuestros gobernantes (esos que nosotros mismo pusimos ahí con nuestro voto) no están pensando con claridad. Hay una obsesión emocional por imponer posturas, por exacerbar mensajes, por declararse "anti lo otro", que quienes nos representan para hallar puentes que nos permitan acordar cuál es nuestro plan de desarrollo como provincia, están denodadamente “en otra”.
El nivel de la mayoría de los debates se reduce a acusaciones cruzadas, intolerantes, mediante las redes sociales. Ciertamente y aunque duela ni la sociedad en su conjunto, ni los medios de comunicación, somos inocentes en este asunto.
En una sesión ordinaria (por donde se la observe) del Concejo Deliberante de Guaymallén, sucedieron dos hechos que merecen nuestra atención.: Por un lado el concejal José Pozzoli (Frente de Todos) hablando livianamente de violaciones, (luego emitió un comunicado disculpándose por sus dichos)
Por el otro, la concejal Angela Barreras (Cambia Mendoza) negando los 30000 desaparecidos en la dictadura, un día antes del Día de la memoria.
No es una broma, tampoco es tolerable. Lo que molesta es la mediocridad del funcionamiento institucional de Mendoza (obviamente con excepciones) en estos tiempos. Hoy le tocó a Guaymallén, mañana será cualquier otro. Pero siempre hay esperanza, en breve celebraremos elecciones, la única herramienta concreta que puede modificar el estado de las cosas.
