DOS HORAS DE TENSIÓN
Un alarmante episodio se desencadenó en el barrio Alta Mendoza, próximo al conocido barrio La Favorita. Un efectivo policial, de apellido Pereira, en evidente estado de crisis emocional y bajo los efectos del alcohol, manifestó su descontento con la fuerza policial mendocina, alegando que "15 años en la policía le consumieron la vida". En un acto de desesperación, el efectivo llevó su arma a la sien en reiteradas ocasiones y efectuó más de seis disparos.
Ante la gravedad de la situación y teniendo en cuenta que el policía tenía municiones adicionales a su alcance (el arma reglamentaria tenía un proyectil en la recámara) se tomó la decisión de llevar a cabo un asalto de emergencia. El objetivo primordial era salvaguardar la vida del efectivo y del negociador, quien hasta ese momento intentaba calmarlo y persuadirlo de no hacerse daño.
El operativo fue llevado a cabo por el Grupo Especial de Seguridad (GES), quienes, en una rápida intervención, utilizaron pistolas Taser para neutralizar y asegurar al individuo. Una vez controlada la situación, el personal del SEC estabilizó al efectivo, y posteriormente fue puesto a disposición de la justicia. También se ha iniciado un tratamiento de salud para el policía, considerando la gravedad de su estado emocional.
La rápida intervención del Grupo GES y del equipo de negociadores evitó que el episodio tuviera un desenlace trágico, y ahora el foco está puesto en la recuperación del efectivo y en entender las causas subyacentes de su crisis.
Interviene en la causa el fiscal Gustavo Pirrelo de la unidad especial de homicidios y violencia institucional.
