Encrucijada sangrienta
Eran casi las 12 del mediodía en San Martin cuando la paz de la jornada se vio abruptamente interrumpida por un grito de auxilio que resonó en las calles Moreno y Pueyrredón. La Comisaría 12° recibió una llamada desesperada informando sobre un taxi que, de manera inesperada, había terminado su recorrido en una cuneta.
Al llegar al lugar, los oficiales se encontraron con una escena dantesca: Ariel Roberto Maryllack Zambianchi, un hombre de 49 años, yacía en el suelo con dos profundas heridas de arma blanca en su abdomen. Con rapidez y profesionalismo, fue trasladado de urgencia al Hospital Perrupato, dejando atrás un rastro de incertidumbre y preguntas sin respuesta.
El hermano del herido, Eduardo Maryllack, se encontraba en estado de shock pero logró relatar a los oficiales que momentos antes del ataque, Ariel estaba compartiendo bebidas alcohólicas con un sujeto no identificado. Ambos habían estado ingiriendo alcohol en un taxi de la empresa Mendoza Argentina, un vehículo que solía recorrer las calles de la Ciudad de Mendoza.
El rastro sangriento llevó a los oficiales hasta una vivienda en Calle Alsina, donde las evidencias apuntaban a que la víctima y su agresor habían continuado bebiendo. Una testigo del lugar proporcionó detalles cruciales que permitieron la rápida localización y aprehensión del presunto culpable, identificado como Juan Carlo Ramón Rosales, de 47 años.
Cerca de las 15.30 hs, el Hospital Perrupato comunicó la crítica situación del herido: su corazón, hígado y uno de sus pulmones habían sido perforados en el ataque. Mientras tanto, en la sala de operaciones, los médicos luchaban contra el tiempo y las complicaciones para salvar su vida.
La justicia ahora tiene que determinar el destino de Juan Carlos Ramón Rosales, mientras todos los ojos están puestos en el quirófano, esperando noticias sobre el destino de Ariel Roberto Maryllack Zambianchi.
